Categorías
Artículos

Ignacio Sánchez Mejías y la emoción

El verano pasado el amigo y escritor jerezano Manuel Francisco Reina me pidió que escribiera algo de la relación de Ignacio Sánchez Mejías con el flamenco para un monográfico de la publicación «Entre Ríos». Me salió esto:

Ignacio Sánchez Mejías y la emoción

Podríamos destacar muchos rasgos del carácter de una persona tan excesiva en todo lo que hizo como Ignacio Sánchez Mejías. Pundonor, perseverancia, afán de superación o audacia, pero si tenemos que quedarnos con alguno, sería la pasión.

Audacia tuvo para embarcarse de polizón con 17 años en el trasatlántico Manuel Calvo, pensando que el destino era México, pero el barco iba a Nueva York. Lo descubren durante la travesía, y al llegar a Estados Unidos, lo toman por delincuente y lo encarcelan. Gracias a las gestiones de un hermano de Ignacio, mi abuelo Aurelio, que por entonces estaba en México, logran que lo embarquen para ese país. Ahí comienza su vida taurina, se coloca de empleado en la plaza de toros de Morelia, donde pasa de limpiar cuadras y establos a banderillero.

Afán de superación hay que tener para evolucionar de banderillero en México a figura del toreo mundial. En la Edad de Oro del toreo de Joselito “El Gallo” y Juan Belmonte, se codeó con ellos y compartió cartel el día de su alternativa en Barcelona. A la muerte de Joselito, cuando empieza la llamada Edad del Plata del toreo, Ignacio es su primera figura y su máximo exponente. Esto no se logra sin el pundonor y perseverancia que Ignacio manifestó cada tarde en un ejercicio de emoción y heroicidad. Basó su carrera de torero en el riesgo desmesurado y la temeridad. El tratado de toros “El Cossío” define así su toreo: “La valentía más auténtica y sobrecogedora que nunca se haya exhibido en los ruedos. El valor de Sánchez Mejías superaba el concepto que de tal cualidad moral podamos tener. No era sólo desprecio absoluto del riesgo, sino que daba la impresión de ignorancia total del peligro”.

La pasión con la que Ignacio impregnó todas sus actividades es admirable. Fue presidente de la Asociación de Matadores de Toros y Novillos, defendiendo los intereses y los honorarios de sus miembros, lo que le acarreó la enemistad con empresarios, e incluso que lo vetaran en varias plazas; fue presidente de la Cruz Roja incrementando notablemente su actividad solidaria; fue presidente del Real Club Betis Balompié poniendo los cimientos del único título de Liga que posee y que ganó a los pocos años de dejarlo Ignacio; fue pionero de la aeronáutica sevillana, con la creación de su aeródromo para dirigibles comerciales, que querían hacer la ruta Sevilla – Buenos Aires, nada menos. Ignacio destacaba por su atractivo personal, y no sólo con las mujeres, allí donde estaba era el centro de la atención social. Cuando iba a México o a Lima, alquilaba una casa y allí se daban las fiestas y se reunían los personajes locales y visitantes. Fueron famosas las fiestas en Pino Montano, donde acudieron personas de todo tipo y condición. Su vida social era tan variada que incluso se publicó que estaba propuesto para Gobernador Civil por parte del Gobierno de la República, a pesar de su amistad con Sanjurjo. En aquellos tiempos del nacimiento de las vanguardias, cuando empezaban los “sportman”, Ignacio tuvo tiempo para todo: Jugador de polo, futbolista, acosó toros desde un automóvil, practicante de boxeo, de deportes de invierno, actor de cine, piloto de aeroplano. Fue el primer torero en volar en avioneta, desde un pequeño aeródromo montado cerca de su finca de Pino Montano, para ir a torear.

Por si todo esto fuera poco también destacó, y mucho, por su obra literaria. Empezó con escritos costumbristas y taurinos que fueron publicados en periódicos, y también publicó en La Unión crónicas de sus propias corridas de toros. Tiene escritas cuatro obras teatrales y estrenadas dos: “Sin Razón”, de la que hay que destacar que es la primera aproximación a Freud de la literatura española, estrenada en Madrid por la compañía de Fernando Díaz de Mendoza y María Guerrero. Y “Zaya”, estrenada en Santander, con asistencia del Rey. También tiene escrita una novela y varios poemas.

Reconocido como mecenas de la Generación del 27. Ideó y organizó, junto con el ateneísta D. José María Romero Martínez, los actos de tricentenario de Góngora en Sevilla, que dieron lugar al nacimiento de la Generación del 27. Convenció a sus jóvenes amigos vanguardistas de Madrid para venir a Sevilla. Las fiestas que se organizaron en Pino Montano se quedaron en el recuerdo de todos los poetas. Su biógrafo, el profesor Andrés Amorós, lo destaca como el “pegamento” que unía a todos los miembros de la Generación del 27. De ahí se derivó una gran amistad con todos ellos, destacando la de Rafael Alberti, al que hizo vestirse de luces y hacer el paseíllo en la plaza de toros de Pontevedra. Y por supuesto con Federico García Lorca.

Pasión tuvo por el flamenco. Y debilidad por el cantaor Manuel Torre, al que llamaba para cantar en su finca de Pino Montano en cuanto tenía ocasión. Del que decía textualmente: “Es algo que estremece. Es algo único. Le oyes una seguiriya y ya no te importa morirte. Ya no puedes encontrar en el mundo belleza que iguale el cante de Manuel Torre”. Como ejemplo de la peculiaridad y del carisma de este cantaor transcribo lo escrito por una persona tan poco sospechosa de folclórica como Antonio Díaz Cañabate: “Media noche, acabamos de entrar en la estancia. Ignacio Sánchez Mejías un par de franceses amigos suyos, Manuel Torre, otro cantaor, una bailaora y un guitarrista. Ignacio, gran admirador suyo nos había estado ponderando su arte toda la cena. Manuel Torre se sentó en un sillón y empezó a beber vino, callado, como ausente en la reunión. El otro cantaor, cantó. La bailaora bailó. Manuel Torre ni miraba la danza ni escuchaba el cante. Ignacio nos informó <Hay que dejarle, es un gitano puro>. Las tres de la madrugada. Manuel Torre se bebería sus treinta copas de aguardiente. Empezó … ¿a cantar? No. A hablar. Hasta las cinco de la madrugada estuvo hablando de galgos sin parar. Los franceses se durmieron borrachos perdidos. Entraron las claras del día. Bajito le pregunté a Sánchez Mejías: ¿Tú crees que cantará? Y me contestó muy compungido <Me temo que no. Cuando la toma con los galgos a lo mejor no canta hasta las dos de la tarde>. Me espanté: ¿Pero no vamos a estar aquí hasta las dos de la tarde? Ignacio con toda naturalidad me repuso <¡Ah claro! Tú no sabes lo que es una seguiriya cantada por este hombre>. Lo supe exactamente a las nueve y media de la mañana. Ignacio Sánchez Mejías, aquel hombre tan hombre, lloraba. Yo tenía la carne de gallina. Recorría mis nervios el escalofrío de la más intensa emoción. Han pasado muchos años. Ninguno me produjo la honda, la jonda, emoción del cante por seguiriyas de Manuel Torre”. Se explica no sólo la admiración de Ignacio por el cantaor, sino también la de García Lorca que dijo de él que era “el hombre con más cultura en la sangre que había conocido”. Alguna vez Ignacio telefoneó a su amigo Federico a Madrid, despertándolo a mitad de la madrugada sólo para que escuchara cantar flamenco desde Sevilla.

Pasión también puso para promover “Las Calles de Cádiz”, junto con su amante “La Argentinita” y su amigo Federico García Lorca. Un espectáculo flamenco que se elevó por primera vez de categoría, para competir con la ópera y el ballet. Poco se ha destacado la creación de este espectáculo pionero en el mundo del flamenco que tuvo mucho éxito. Ignacio quería un espectáculo auténtico. Fue contratando a los flamencos, cantaores y chiquillos que lo interpretaban a diario por las calles de Sevilla, Cádiz y Jerez. Buscaba lo auténtico y original, no lo conocido en los tablaos. Se pueden imaginar la dificultad de meter en cintura a esos artistas libres, y la perseverancia que hay que tener para ello. Las anécdotas de su organización son muchas, como la contada por Rafael Alberti en su “Arboleda Perdida” para la contratación de El Chele, un gitano de Jerez que vivía de hacer números en las calles o donde lo llamaran. Ante Ignacio y Rafael les hizo el número que él llamaba “del cepillo”, en el que mientras hacía un magnífico zapateado, se cepillaba con ritmo y gracia el traje. Ignacio le dijo que lo contrataba para el espectáculo y que, además de pagarle vestidos, fonda y viajes, le daba diez duros diarios sólo por hacer ese número. El Chele se les quedó mirando pensativo, le pidió a Ignacio un lápiz, sacó del bolsillo un papelucho medio roto, escribió unos garabatos, los estudió y concluyó rotundo “No me conviene, pierdo dinero”. Ante la extrañeza de Rafael y de Ignacio argumentó que ese empleo y los magníficos diez duros diarios no iban a durar para siempre, que él vivía de ser gracioso y de dar en la calle los sermones que oía en la iglesia a los curas, y que cuando volviera a Jerez iban a decir que “El Chele ha vuelto rico”, y que nadie lo volvería a llamar para hacer sus gracias. “Así que no me conviene don Inasio. Pierdo dinero. Buenos días ¡Óle! Me voy”. Inapelable argumento de sabiduría popular.

Del espectáculo Las Calles de Cádiz, cuentan Andrés Amorós y Antonio F. Torres en su libro “Ignacio Sánchez Mejías, el Hombre de la Edad de Plata», que también había grandes nombres del flamenco, poco conocidos fuera del ámbito local. Uno de ellos era el cantaor Ignacio Espeleta, del que se dice en el libro lo siguiente: “En uno de los últimos ensayos de Las Calles de Cádiz debía de cantarle a La Malena y a La Macarrona, que acababan de entrar en escena, pero, llegado el momento, tras un día de juerga, Espeleta no se acordó de la letra. Ante el temor de que Ignacio, que supervisaba el ensayo, se enfadara y le dejara sin cobrar, Espeleta improvisó y comenzó a cantar la siguiente letra sin sentido: <Tiri ti tan, tan, tan>”. Nos podemos imaginar las caras de La Malena, de la Macarrona y de Ignacio, pero pasado el tiempo este “tiri ti tan, tan” es uno de los estribillos más populares del flamenco.

Sirvan estas anécdotas para ilustrar las dificultades del montaje de Las Calles de Cádiz, a pesar de las cuales, al final lograron montar un magnífico espectáculo que se estuvo representando con mucho éxito.

En compensación a la colaboración y la ayuda de Federico García Lorca en la creación de este espectáculo flamenco, sobre todo en los arreglos musicales y las letras, Ignacio se comprometió a dar una conferencia a los alumnos de Federico de la Universidad Columbia, Nueva York en 1929. Fue una conferencia taurina, y se pueden ustedes imaginar la sorpresa de los estudiantes americanos de 1929 ante un torero hablándoles del mundo del toro. Según el profesor Romero de Solís, que estudió los pormenores de esta conferencia, Ignacio explica la Tauromaquia por su relación simbólica entre lo que es la lucha entre la Vida y la Muerte. Con esta premisa va desentrañando cada suerte y cada elemento que interviene la lidia: torero, toro, capote, muleta, banderillas, espada, caballo, vara, puntilla, etc., para que esos estudiantes entendieran algo de lo que es la Tauromaquia.

En la conferencia decía: “Cuando la humanidad esté en un grado tal de civilización que no quede ninguna crueldad, entonces sería cosa de suprimir las corridas de toros. Pero mientras los seres humanos hablen tranquilamente del número de hombres que cada nación puede matar en un momento determinado, hablar de la crueldad de las corridas de toros es ridículo”. Esta frase sigue vigente casi cien años después. También les intentaba explicar cómo siendo un espectáculo que ellos podían ver como cruel, no lo era, o no lo percibíamos como tal: “En verdad, en la realización de las corridas de toros la crueldad es vista y no vista. La educación artística de un individuo, de una sociedad o de una nación no puede improvisarse, es cuestión de siglos. Por eso España, país de artistas, presencia las corridas de toros sin dar importancia a la sangre derramada, porque están en juego, sobre todo, valores artísticos y vitales irrenunciables”. Ignacio también decía: “El torero se juega la vida a cara o cruz sin más ventaja que su inteligencia. Todas las ventajas son del toro”. Fíjense la percepción que tiene el torero sobre la libertad del animal con el que se enfrenta. Sigue diciendo “El toro dispone de la muerte y tiene la intención de utilizarla. El toro es la bala que viene directa a matarnos. La virtud del torero es no asustarse de la muerte”. Y concluye diciendo “La ciencia de la tauromaquia consiste en el arte de burlar la bala”. Como pueden ver intentaba explicar el arte de la Tauromaquia sin esconder ninguno de sus aspectos más controvertidos. Por lo que hemos podido saber, la conferencia fue un éxito y gustó mucho a García Lorca.

Ignacio Sánchez Mejías fue un personaje inmenso del que sorprende que hiciera tantas cosas y tan bien en tan pocos años. En lo que emprendió quiso llegar a ser el mejor, y muchas veces lo consiguió. Varios de sus amigos del 27 le escribieron poesías a su muerte, como Miguel Hernández y Rafael Alberti, pero el poema de Federico García Lorca, “Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías”, que pasa por ser la mejor elegía en lengua española, lo hizo inmortal. Esa inmortalidad literaria lo ha minimizado como torero, oscureciendo de alguna forma una personalidad tan atractiva y poliédrica como fue la de Ignacio. Contaba el profesor Manuel Grosso que dando una conferencia en El Cairo, lo interrumpieron para que les aclarara que Ignacio Sánchez Mejías era una persona real y no alguien imaginario al que García Lorca había dedicado el Llanto. El profesor Grosso no se lo podía creer y pasó a hablarles de la vida y milagros de Ignacio para que se enteraran bien de que era un hombre de carne y hueso.

Sirvan estas letras para reivindicar su persona y también para darle la razón a Federico cuando le escribió:

Tardará mucho en nacer, si es que nace

Un andaluz tan claro, tan rico de aventuras

Ignacio Sánchez-Mejías Herrero

El Puerto de Santa María, agosto de 2023

Categorías
General

Morante, del todo a la nada

Alguien, que supiera de toros, debería de explicarnos esto de que siempre le toquen a Morante los dos peores toros es simplemente capricho de los sorteos o es que hay algo más, porque he oído versiones de que somete y exige mucho a los toros con el capote o que les puede tanto en las aperturas de las faenas de muleta que los desengaña. Yo, que no sé de toros, me decanto por la suerte. Uno que es supersticioso.

Su primero de El Freixo no valía gran cosa, poca fuerza y mucho derrote. Pero Morante lo quitó por verónicas de esas que no se olvidan. Empezó la faena de forma genial con esas formas genuflexas, enroscándose al toro, que te hacen ponerte en pie. El resto de la faena no cogió demasiados vuelos por lo remiso del toro a embestir, y sólo tuvo altura cuando conseguía que no se le parara. Su segundo fue un bruto de Jandilla que salió dando cabezazos y desentendiéndose con la cara siempre por las nubes y peligroso por incierto. Le duró a Morante dos muletazos y un bajonazo en el sitio. La bronca del desencanto estaba servida.

El primero de Manzanares era un terciado toro de El Freixo tan impropio para esta plaza que hasta el amable público de El Puerto lo pitó tímidamente de salida. El torero, en otra plaza donde lo miman, hizo una de las faenas a la que nos tiene acostumbrado últimamente, despegado y en diagonal. Estocada trasera y oreja. Su segundo, de Jandilla, fue el paradigma del toro moderno. Manso de salida, le pegó dos coces al peto en el primer encuentro y al primer pase de muleta se fue huyendo desde los terrenos de la presidencia hasta chiqueros, pero después embistió como si fuera un carretón llevado por un atleta. Fijo, largo, obediente, con transmisión y hasta con emoción. Manzanares estuvo muy centrado con él y firmó su mejor faena de la temporada, y me atrevo a decir de los últimos años, destacó en los cambios de mano y los pases de pecho. Toreó hasta por la espalda. Estocada y dos orejas.

La naturalidad del toreo de Pablo Aguado entra por los ojos. Con unos trastos pequeños lleva a los toros con una delicadeza y una suavidad que parece imposible, pero sus faenas no acaban de ser rotundas. Parece que requiere de demasiada preparación entre series o entre pases, y se pierde la unidad de la misma. Aun así, superó a dos toros y cortó una oreja a cada uno de ellos después de matarlos de sendas estocadas a ley, la primera magnífica.

Muy buena entrada, empezamos con tres cuartos largos y acabamos con casi lleno, porque aquí, como en todos sitios, la gente llega con retraso a los toros por muy tarde que empiece la corrida, 20 horas en este caso. Lo del trasiego constante de destilados ya lo hablamos otro día. Dos toreros a hombros en noche cerrada, con casi tres horas de festejo.

@isanchezmejias

Categorías
General

La sonrisa de Morante

Vimos en El Puerto a José Antonio Morante de la Puebla afortunadamente recuperado. Esa sonrisa con que recibió la oreja del cuarto era la sonrisa de todos sus partidarios y nos decía que se había recuperado el hombre, que se había recuperado el artista y que se había recuperado el torero.

Morante iba vestido de categoría con un traje sangre de toro e hilo blanco con medias blancas, y dentro de la magnífica corrida de Núñez del Cuvillo, pechó con el peor lote, como casi siempre. Su primero era un toro “regordío” y muy remiso a embestir, pero Morante a base de porfiarle le sacó una faena de las suyas, torera y artista, donde destacaron unos naturales prodigiosos llevando al toro pegado a la muleta y a la cintura. Ahí vimos que se había recuperado el artista. El toro se llevó una buena pitada en el arrastre. En su segundo impartió una clase magistral de toreo a la verónica, profundas y obligando mucho al toro, quizás por quebrantarlos tanto con la capa llegan algo remisos a la muleta. La faena fue de mucho mérito a un toro que se puso muy exigente y al que hubo de exponerle mucho. Ahí vimos que se había recuperado el torero. Lo mató de un estoconazo arriba del que el toro salió sin puntilla. Oreja y sonrisa.

El primer toro de Roca fue magnífico. Bravo, noble y obediente, pero en este tipo de toro Roca no destaca. Su toreo fundamental es demasiado rectilíneo como para emocionar. Buena estocada entrando a matar despacio, oreja y ovación al toro en el arrastre. El quinto ya era otra cosa, era ya más el toro de Roca, que está mejor con el toro malo que con el bueno, no es que este fuera malo, pero no era el bravo segundo. Primera tanda de muleta con las dos rodillas en tierra y sin moverse. Si el toro se le cruzaba se lo sacaba por detrás y si no por delante. Faena de las suyas encimista y de valor. Bajonazo, dos orejas, salida a hombros y con 14 policías protegiendo la camioneta para que se fuera como el presidente del gobierno.

El primero de Ginés Marín también fue un gran toro, aplaudido en el arrastre. Cuando el torero le daba distancia iba largo y con celo. El torero quiso empezar la faena en los terrenos de chiqueros, pero cuando salió de allí le compuso una faena artística. Estocada, aviso y oreja. Su segundo lo toreó en terrenos del sol, ya a las 10:30 de la noche se estaba bien, empezando con su estilo artista y acabando en los arrimones modernos. Pinchó, el único pinchazo de la tarde noche.

Magnifico ambiente de corrida grande con los tendidos llenos como hacía tiempo que yo no veía en esta enorme plaza. En todas las faenas tocaron la música a cargo de esa gran banda del maestro Dueñas que suena tan bien cuando toca pasodobles clásicos y tan fuerte cuando parecen marchas de entrada en la Campana. Por cierto, Curro Javier puso dos pares dejándose llegar al toro a la barriga, que hizo sonar la música.

El sábado otra cita con Morante, en el mismo sitio y a la misma hora. Ya sabiendo que está recuperado el hombre iremos mucho más ilusionados, porque el artista siempre estuvo.

@isanchezmejias

Categorías
Abono Sevilla 2024

Lleno para ver una miurada que no defraudó

La primera buena noticia es que la plaza estaba aparentemente llena para ver la corrida de Miura que cierra tradicionalmente la Feria. En los últimos años la entrada de esta corrida se había resentido algo, incluyendo la del festivo del lunes el año pasado. Da gusto ver la plaza llena para ver los miuras y también al heroico Manuel Escribano que fue recibido con una ovación al romper el paseíllo y que saludó desde el tercio.

La corrida de Miura ha sido dura y difícil, como las antiguas se podría decir. Cinco veces se han ido los toreros a porta gayola, sólo faltó Esaú en su primero, y creo que únicamente una vez le ha salido la suerte limpia. Al Fandi se le paró en la cara en su segundo y tuvo que optar acertadamente por levantarse. Pero es que cuando pasaban se volvían como rayos no dando tiempo al matador a recoger el capote, pasando un mal trago. Los tercios de varas han sido buenos en general, destacando segundo y, sobre todo, el sexto con los toros puestos de largo y galopando. Los esperados tercios de banderillas de El Fandi y Escribano, que se han invitado en sus cuatro toros han sido entretenidos. Y menos mal que ponían banderillas estos matadores porque la cuadrilla de Esaú, aun contando en sus filas con banderilleros de la categoría de Antonio Chacón no fue capaz de componer un tercio ni medianamente acertado, pasando muchas veces sin parear o acabando las banderillas en el suelo.

El primero se orientó pronto en la muleta de El Fandi. El segundo le enganchó la muleta mucho a Escribano en la primera parte de la faena que después ya fue más templada. El tercero fue muy trabajoso en su lidia, además fue protestado por una presunta cojera que sólo vieron los que protestaban. Esaú le compuso una faena de valor, ganas y conocimiento y cortó una oreja. Faena de entrega de El Fandi en el cuarto rematada con una buena estocada. Petición no atendida por el presidente y no entendida por el público habiendo concedido la oreja en el anterior. El quinto era un miura antiguo en tipo y comportamiento. Cuando levantaba el hocico era para salir huyendo despavorido. Pues así y todo Escribano le puso su par al quiebro citando sentado en el estribo. Pero en la muleta ya venía orientado y no se dejó dar ni uno. El último también fue peligroso y ni toro ni torero se dejaron der coba.

En resumen, una corrida de miuras duros que han vendido cara todas sus embestidas y ninguna fue franca. Eso es lo que esperamos de estos toros, de forma que no hemos salido defraudados sino todo lo contrario.

La empresa montó la campaña de publicidad de la Feria, preguntándose quién iba a ocupar el trono del toreo, representado en el sillón de Gallito. Pues terminado la Feria pienso que el que debería sentarse en él, el verdadero triunfador de la feria, es el empresario Ramón Valencia. Siete “no hay billetes” y varios llenos aparentes, todo un éxito. Él es el que mañana debería sentarse en el trono.

Foto maestranzapages

@isanchezmejias

Categorías
Abono Sevilla 2024

Irregular y descastado encierro de Alcurrucén

Es una obviedad decir que el resultado de una corrida de toros depende de la condición de los toros que se lidien. El encierro de Alcurrucén fue descastado y de un comportamiento irregular, donde igual se tragaban con nobleza dos pases, otros dos descompuestos o no querían embestir. Así era imposible cualquier lucimiento.

Morante de la Puebla no ha tenido la fortuna de que le toque un toro con posibilidades en toda la Feria, y yo veo al torero dispuesto, con torería en todo lo que hace, pero sin posibilidades. Su primero tenía poca fuerza y el poco fuelle que le quedaba se lo quitaron en un segundo puyazo excesivo. Su segundo toro tuvo un poquito más de ganas dentro de su irregularidad. Pero los diez pases que tenia se los sacó Morante con su torería y de por sí, valieron la tarde.

Castella compuso a su primero una faena irregular, como el toro, a los sones del pasodoble “Juncal”, que a la postre fue lo mejor de la faena. Mató de una estocada baja y hasta le pidieron la oreja no concedida. En su segundo vimos la muestra de la pérdida de aficionados y la afluencia de público, y de turistas (llamemos turistas en este contexto a los que no saben nada de toros como los cuatro señores que teníamos delante en el 4, que era la primera corrida de todos que presenciaban en su vida). El toro salió suelto en el capote, como casi todos lo de Núñez, cuando se le exigía arrastraba algo los cuartos traseros, pero después galopaba alegremente alejándose de los piqueros porque no quería pelea con ellos. Pues el público y los turistas quería que lo “descambiaran” por manso y porque “no servía”. La degeneración de La Maestranza tiene estas consecuencias. Sin embargo en la muleta arranco a embestir con nobleza, siendo el mejor de la tarde. Menos mal que no lo descambiaron. Castella le compuso una faena inteligente, de exposición y tan larga que ni la música puso acortar.

Tomás Rufo no podido hacer casi nada. Si sus propios apoderados, que se supone que para Sevilla van a traerle lo mejor que tienen, lidian esto, su frustración tiene que ser que comprensible. Conste que la corrida ha estado muy bien presentada, con toros muy armónicos y serios, pero el juego ha sido otra cosa. A su primero le dio los pases que ni el toro ni el público quería y el sexto era un mulo que no quería embestir.

Y otro “No hay billetes”

@isanchezmejias

Categorías
Abono Sevilla 2024

Limpieza de corrales

Hay diferencia entre una corrida variada y otra desigual. Cuando un aficionado te dice que la corrida ha sido variada entendemos que ha habido de todo, entre lo bueno y lo malo, pero cuando te dice que ha sido desigual entendemos que ha estado entre malo y lo peor. Pues la de ayer además de desigual fue una limpieza de corrales. No se puede venir a la Feria de Sevilla, en farolillos en día de no hay billetes, con toros que han ido desde cinqueños largos a cuatreños muy cortos, y con unas hechuras muy dispares. Una autentica limpieza de corrales. El comportamiento, además ha sido malo en general, desde los que no querían embestir, a los que lo hacían sin clase o mansos. Muy mal Garcigrande, Domingo Hernández Menos mal que Juan Ortega nos salvó la tarde en el último.

A Morante es un lujo verlo hasta con el toro malo, todo lo que hace está impregnado de su torería, aunque ayer poco de lucimiento pudo hacer. Luque está en un momento que les puede a todos los toros. Su primero se movía sin clase y su segundo fue manso, pero se agarró a él como a un clavo ardiendo, y base de pundonor fue sacándole los pases que el toro no quería. Con el público a favor le empezaron hasta a tocar la música de una banda muy predispuesta, menos mal que el torero la mandó callar, y siguió allí peleándose con el manso con sus “luquesinas” y todo. Estocada caía y una oreja.

Juan Ortega es un torero exquisito, al que algunos aficionados llaman de culto, pero que cuando torea poner de acuerdo a los cultos y a los incultos. Y es que torea muy despacio, hace que los toros le embistan a la velocidad requerida para que aquello de pueda paladear. Las tafalleras del quite al primer toro de Luque fueron un compendio de armonía y limpieza, y al último toro de la tarde, el único que embestía por derecho, le compuso una faena de esas que se quedan para el recuerdo a los sones de «Manolete». Con el toro embistiendo a la velocidad de los toros mexicanos, Juan lo llevó pegado a la muleta en una obra que iba a más en cada pase. Dos orejas muy merecidas.

@isanchezmejias

Categorías
Abono Sevilla 2024

La dificultad de elegir toros de lidia

El año pasado la ganadería de Juan Pedro Domecq no lidió en Sevilla, fue castigada un año en la nevera, como dicen ahora, por su mala experiencia en el año anterior. Sin embargo, su temporada española de 2023 fue muy buena. Según he podido sacar de portaltaurino.net, lidió un festival (12 orejas y 3 rabos) y 14 corridas de toros, 4 de ellas con otras ganaderías y de concurso. Pues en estas corridas cortaron un total de 66 orejas y 2 rabos, incluyendo un indulto, con salida a hombros del mayoral, en Burgos. Estas corridas incluían plazas como Madrid (San Isidro y Beneficencia), Valencia (otras dos tardes), Bilbao o Zaragoza. Una media de 5 orejas por corrida, una magnífica temporada, sin duda.

Con estos antecedentes es comprensible que las figuras pidan una corrida de JP para Sevilla y que el empresario le levantara el castigo. Pero ahí viene la paradoja dificultad del toro de lidia, la corrida fue de petardo gordo. Toros sin casta, mansos, sosos, como para mandarla otro año a la nevera. Con las magníficas corridas de toros de Santiago Domecq y El Parralejo de los dos días anteriores, la afición se preguntaba por qué las figuras no piden estos toros en vez de los JP. La respuesta ya la hemos dado, 5 orejas de media por corrida en 2023 lo explican ¿Quién se equivocó ayer entonces, los apoderados, los toreros, los veedores, los asesores artísticos, la empresa, el ganadero, el público que llenó la plaza, Onetoro que la televisó?. Pues vaya usted a saber, salvando al público y a los televidentes que son los que mantienen el tinglado este, suponemos que todos tiene su parte de culpa, personalizados en el ganadero, por no decir en los toros. Ayer se lidiaron toros cuatreños muy cortos, algunos de ellos muy justitos para Sevilla, y se echaron para atrás cinco toros en el reconocimiento. Igual se quedaron en el campo los de las cinco orejas. Nunca lo sabremos.

De la corrida poco que decir. Morante nos deleitó en su primero con su torería, y es que da gusto ver a Morante con el toro bueno, con el toro malo y casi sin toro. A este primero lo lidió como sólo él puede hacerlo, y si la espada no cae baja le hubieran dado la oreja, pedida de forma no mayoritaria. De los demás nada, un desfile de mansos descastados en los que Mazanares ni se puso y Pablo Aguado lo intentó dejando en los medios una verónica y una media para el recuerdo.

@isanchezmejias

Categorías
Abono Sevilla 2024

Nelson no pudo con el Domingo de Resurrección

Nelson no pudo con el Domingo de Resurrección

La intensa y persistente borrasca Nelson que arruinó la mayoría de las procesiones casi arruina también el inicio de la temporada taurina en Sevilla. Las predicciones no daban agua a partir de las cinco de la tarde y eso hizo que los operarios quitaran la magnífica lona que protege el piso maestrante. Pero antes de las seis empezó a jarrear agua de manera inesperada y persistente, nos metimos en las naves de la plaza y a esperar que no fuera esta la primera corrida que se suspende desde que está la lona. Afortunadamente salió el sol, salieron los toreros, vieron que el piso plaza se podía arreglar, salieron los areneros con sus cargamentos de albero seco, y bien pasadas las siete pudo empezar la corrida. Aplauso a los operarios de la plaza y a la empresa que reforzó el servicio de areneros. Así, al arrastre de cada toro una legión de ellos se afanaba en poner aquello practicable.

La corrida de Matilla tuvo varios toros muy justitos de presentación como el chico y anovillado segundo y además estuvo muy baja de raza y de bravura, con algunos toros mansos. En general, muy deslucida. En sexto lugar salió el segundo sobrero sin que avisaran del por qué.

Morante de la Puebla estrenaba un precioso vestido grosella y oro inspirado en uno de Gallito, con cabezas de toro bordadas. Es de agradecer los guiños a lo clásico que hace este torero único. Morante exige mucho a sus toros, y desde el principio, y como los suyos tenían muy poco dentro no pudo estar todo lo bien que hubiera deseado y que hubiéremos deseado todos. Su primero no tenía ni fijeza ni recorrido y además lo estropearon más con una mala lidia. Sin embargo, después de torearlo de capa con la profundidad que le caracteriza, le monto una faena armoniosa. Es el único torero capaz de estar bien casi sin toro. Con su segundo era imposible hacer nada brillante, pero da gusto ver a Morante delante de los toros aun sabiendo que no puede estar bien.

Castella descubrió a tiempo el pitón izquierdo de su primero que se vino a más en la muleta. Le dio el presidente una oreja con una petición minoritaria pero muy chillona. Parece que los llamados chilladores de las cofradías se han incorporado a los toros, o venían más vociferantes con la espera en el ambigú de la plaza. Se ve que el listón de las orejas va estar bajo este año. Esperemos que no se endurezca para toreros de menos cartel y novilleros. Su segundo no quería embestir, y sin embargo Castella le dio cien pases de cualquier manera. Meritorio.

A Roca Rey hubo que esperarlo para que saliera a hacer el paseíllo, casi escuchamos el pasodoble entero antes de formarse los toreros. Faena pulcra a su primero, estocada y otra oreja con petición minoritaria de los mismos de antes y todavía más chillona. El sexto era un manso soso que Roca exprimió con su estilo. La estocada lo mejor de su actuación.

@isanchezmejias

Categorías
General

Toros sobre césped

Celebramos el Día de Andalucía con un festejo taurino en el Real Club Pineda de Sevilla. En este caso un festival taurino que no se anunciaba como benéfico, por lo que pensamos que debía de ser por cuenta y riesgo de los organizadores. Llamaba la atención el piso plaza de césped, justificado por cuanto el Club Pineda es principalmente hípico, y que la plaza portátil se había montado en los terrenos que rodea el hipódromo, en la pista de saltos de los caballos, que decían que no se había podido cubrir de albero por la dificultada de retirarlo después. Algunos subalternos torcían el gesto cuando lo probaban antes del paseíllo, pero después sólo vimos un traspiés de Luque al verse exigido. Ciertamente era un conjunto cuanto menos peculiar con el piso plaza verde primavera y curioso que en vez de areneros aparecían jardineros que se esmeraron, entre toro y toro, en dejar aquello como para jugar al futbol.

La plaza de toros portátil, de esas que algunos llaman monumentales, de las que tienen barrera y 10 filas de tenido y aforan 4.000 plazas según decían, y tiene hasta ascensor para personas con discapacidad física. Con el lleno lucía majestuosa en la magnífica y soleada mañana. Además, en los alrededores en se habían colocado toldos, mesas y sillas para las cervecitas y demás. Un éxito de organización que no me extrañaría que se repitiese el año que viene y se convirtiera en un clásico, como tantas cosas en Sevilla. Mi enhorabuena a los organizadores.

Un ponerles un pero, indicar que en los carteles el orden de los toros no era el correcto y la mayoría del público confundía lógicamente unas ganadería con otras. Después de tocar la exigua banda de música los himnos de Andalucía y de España, Dávila Miura, alma mater del festival, lidió un primer novillo de Espartaco noble al toreó como en toda su carrera, dándoles las ventajas y luciéndolo. Muy asentado el torero entre los sones de su pasodoble.

Alejandro Talavante ofreció lo mejor de la mañana y desde que se abrió de capa. Para ello tuvo buen ojo en traerse un novillo de su propio hierro con hechuras de embestir y embistió todo lo que le mandó en maestro. Asentado, con variedad y gusto, destacó en los naturales, su fuerte. Vemos muy bien a Talavante para esta temporada. Daniel Luque tuvo el detalle de sustituir a última hora al maestro Espartaco, toreando por la tarde otro festival en Écija. De premio de se llevó un marrajo enorme de Murube con cuatro años y medio, con más pecho y rizos que un bisonte y con las mismas intenciones. Luque estuvo muy torero y decidido con él y le sacó lo que no tenía. Muy digna la actuación de Javier Jiménez ante un áspero toro de Torrehandilla, mas cerca de los cinco que de los cuatro años y que no parecía arreglado para un festival. Mató de una gran estocada. Pablo Aguado tiene esa naturalidad ante los toros que te entra por los ojos y que hace que guste lo que hace, aunque el novillo de Algarra bien poco le dejó. En el último, el novillero Rodrigo Molina, hijo del presidente del club, cortó las dos orejas de un novillo de Núñez de Tarifa ante sus socios. Decir que Eduardo Dávila, Daniel Luque y Pablo Aguado brindaron la muerte de sus novillos a Pepe Luis Vázquez, imagen del cartel del festejo.

Después del festival, las carpas de copeo que se instalaron alrededor se vieron saturadas de público festivo. Todo un éxito que ojalá siente precedente.

@isanchezmejias

Categorías
Abono Sevilla 2024

Un abono casi idéntico

Normalizada la situación por la pandemia del 2020, está claro que la empresa de Sevilla ha pensado que para qué va a cambiar lo que ha funcionado, y ha montado para 2024 un abono casi idéntico al del 2023. Calcando los festejos, 17 corridas de toros, 6 novilladas con caballos y una corrida de rejones. Por calcar lo ha hecho hasta con el festejo mixto, si el año pasado incluía en una terna de matadores al caballero Antonio Ribeiro, este año incluye la despedida de Pablo Hermoso de Mendoza, con Morante y Juan Ortega. Las ganaderías son casi idénticas y los toreros casi los mismo. Pero vayamos por partes.

En lo referente a las corridas de toros, las ganaderías del año pasado fueron: Hnos. García Jiménez, Garcigrande, Victoriano del Río y Cuvillo, estas cuatro con dos encierros cada una, y Fermín Bohórquez, Santiago Domecq, El Parralejo, Victorino Martín, Domingo Hernández, Jandilla, El Torero, La Quinta y Miura. Para este 2024 vuelven a hacer doblete las misma que el año anterior, excepto Cuvillo que viene sólo una tarde. El Toreo es la única que sale de abono, y entran Juan Pedro Domecq y Alcurrucén. Casi lo mismo, de 13 ganaderías de 2023 repiten 12.

De los toreros podríamos decir más de lo mismo, la única salida reseñable es por la retirada de El Juli, 4 tardes en 2023, y sólo entran David de Miranda, Leo Valdez, Paco Ureña y Esaú, pocas novedades para los 50 puestos que hay disponibles. Como saben, los básicos del abono de este año son Morante, con 5 tardes, Roca Rey y Daniel Luque con 4, y Borja Jiménez, Manzanares, Talavante, Juan Ortega y Castella con tres tardes. Siendo los que han cambiado de número de festejos, Morante, de 6 a 5, Daniel Luque, de 3 a 4, Juan Ortega y Castella de 2 a 3, Borja Jiménez de 1 a 3, Pablo Aguado de 3 a 2 y Diego Urdiales de 2 a 1. Todo muy similar.

Con respecto a los dineros voy a ser más breve y no les voy a liar con más números. El abono, después de que en 2023 se congelaran los precios, sube en torno a 6% con respecto al año anterior, con lo que la empresa se resarce en parte de la política de no subida anterior. En esto entiendo que la empresa no va a hacer ningún esfuerzo por recuperar el número de abonados. Ya le va bien con esos carteles “rematados”, en donde hace varias tardes de “no hay billetes” que le compensan el bajo número de abonados con respecto a otros años pasados.

El resumen es más de lo mismo en estructura, ganaderías y toreros. La Fiesta se mueve poco.

@isanchezmejias