Categorías
Abono Sevilla 2025

Dos Miuras para Pepe Moral

Cuando uno ve en el programa de mano que te entregan al entrar a la plaza que Pepe Moral sólo ha matado una corrida durante la pasada temporada, se comprenden las dificultades que tienen los toreros que no están pegados a los grupos dominantes del toreo y se entiende que viniera a la de Miura a jugársela a una carta. A su primero, con las dificultades de este encaste, pudo torearlo con gusto y llevándolo siempre muy tapado, estocada contraria y oreja. Su segundo fue un toro con dificultades, como todos los miuras, pero con son y trasmisión al que el torero supo sacarle todo el partido que tenía. Se tiró a matar despacio y marcando los tiempos para lograr una estocada que de por sí sola merecía la oreja que le concedieron. Esperemos que este triunfo le sirva a Pepe Moral para torear más, aunque sean miuras.

Con la vuelta a las jornadas tradicionales de la Feria, el domingo de miuras presentó muy buena entrada, con lleno en el sol y como tres cuartos en sombra. La corrida, quizás con menos caja que en años anteriores, fue variada de comportamiento, con toros enterados y de imposible lucimiento, como los dos que le correspondieron a Manuel Escribano, cuyo primero no paró de trotar hasta que le puso el tercer par de banderillas y después no se dejó ni torear ni matar de innumerables pinchazos. Con su segundo, otro enterado, sólo pudimos verlo en banderillas.

Esaú Fernández se ha hecho un especialista en miuras, matando casi toda la camada del año pasado. Su primero fue un toro franco, al que toreó bien de capote y muleta y que perdió la oreja por una estocada que chocó en hueso y acabó perpendicular y por el descabello. El último no se dejó dar coba y poco pudo hacer.

abcdesevilla

Los seis muras fueron recibidos a porta gayola con más o menos éxito. El segundo saltó limpiamente la barrera y un policía, que no estaría bien colocado en el callejón, se tiró al ruedo quedando sentado de culo. Estos miuras son capaces de desarmar hasta a la policía nacional. Otra vez la música ha estado generosa tocando en varios toros. En faenas peligrosas y que ve uno sobrecogido, quizás sea mejor el silencio que la música con la trompeta del Nerva.

@isanchezmejias

Categorías
Abono Sevilla 2025

Música maestro

Otros días, y otros años, la banda del maestro Tejera esperaba a evaluar cómo podría ser la faena para acompañarla de los pasodobles que suenan a gloria en Sevilla. Pero ayer parecía que estábamos en las novilladas de promoción en las que tocan en todos los toros haga falta o no. No digo que las faenas no lo merecieran, que a lo mejor sí, pero es que en algunas empezaron a tocar casi antes de empezar a torear. En la de Morante ante el cuarto que era un toro complicado, le tocaron sorpresivamente al primer muletazo el magnífico Suspiros de España.

Un apunte sobre el público que va ahora a La Maestranza. Me he pasado 50 años yendo al Tendido 2, hasta que dejé el abono como otros muchos asiduos, cada uno con sus razones. Ahora voy donde me lleva la taquilla, y el Domingo de Resurrección me llevo al 2. De las 40 ó 50 personas con las que entonces hablaba, junto con otras 40 ó 50 que conocía de vista, apenas pude reconocer ahora a cuatro. El público de Sevilla ya no es el abono, del que desconocemos el número porque no lo publican, es el público que va ese día a la plaza. Por tanto, ya no existe el público de Sevilla, no se empeñen en echarle la culpa de todo. Dos ejemplos cercanos. Ayer la taquilla me llevó al Tendido 3, un tendido señero de “donde los capotes”. Pues un espectador de atrás durante el paseíllo preguntaba que quién era Morante, y otro espectador cercano se pasó la tarde comiendo pipas, eso sí echando las cascaras educadamente en la bolsita adosada que traen los paquetes. Público, que no aficionados, poco o nada exigente, que van a ver triunfar al que sea para después poder contar que estuvieron en los toros.

Lo mejor de la tarde es seguir constatando que Morante de La Puebla está recuperado. Su primero de Garcigrande no tenía ni empuje ni fuerzas y Morante sólo pudo estar en torero. Con su segundo se la jugó sin trampa. Toro peligroso y muy bien armado que vendía cara cada una de sus embestidas y que se vencía por el izquierdo. Pues allí estuvo Morante jugándosela para sacar una faena con la profundidad de su toreo irrepetible, cuya torería le entra por los ojos hasta a los que están comiendo pipas. Se tiró a matar de verdad, pero en toro se le venció y pinchó, si no estaríamos hablando de triunfo grande. Por cierto, en su toreo antiguo volvió a dejarnos una pincelada al empezar la faena con un pase cambiado con la muleta completamente plegada, como vemos en algún video histórico. Cómo será de grande este torero y la buena feria que ha echado, que cuando salió al tercio a recibir la ovación del público en su último toro de la tarde y de la feria, todos los areneros, y digo todos, pararon su trabajo y se unieron al público en los aplausos. Bien por los areneros.

El primer toro de Luque no tenía ni fuerza, ni ritmo, ni empuje, pero el torero lo fue sobando y consistiendo hasta lograr una faena trabajada e inteligente que casi acaba con esas horribles luquesinas. Estocada y petición denegada por el presidente que escuchó la primera bronca. La faena a su incierto segundo no dijo mucho y acabó con los trastos en la arena, la montera del brindis, dos banderillas que se desprendieron y la ayuda que tiró el torero para volver a hacer las luquesinas esas que tanto levantan al público. Estocada trasera, y aunque la faena y la petición eran menores que un su primero, el presidente esta vez sí le dio la oreja. Igual pensó que dos medias orejas hacen una o que no quería ya más broncas.

Rufo se llevó el lote de la tarde, si el tercero tuvo recorrido, el sexto fue el mejor del encierro, bravo en el caballo y con alegría, recorrido y franqueza en la muleta, pero el torero se empeña en hacer la faena moderna de cercanías sin dejar respirar ni lucir al toro, cuando este sexto pedía distancia y recorrido. Petición denegada y bronca al presidente en el primero, y petición con concesión de la oreja cuando ya se llevaban a su segundo toro que impidió la merecida ovación en el arrastre. Otras dos medias orejas que hacen una.

@isanchezmejias

Categorías
Abono Sevilla 2025

Morante, punto y aparte

El segundo toro de Morante era igual de feo que sus hermanos, pero mucho más peligroso. El matador se fajó con él en una faena completamente perturbadora, en el fondo y en la forma. Con un torero vulnerable que se ponía donde el toro le podía coger, pero sabiendo que era el sitio donde únicamente podía embestir. Pasándose los pitones al animal a milímetros, como siempre, compuso una faena rotunda de torería, y en la que parecía que todos habíamos pasado más miedo que él. La sensación de abandono del torero a su suerte hacía que pensáramos que le importara todo una higa, menos triunfar. De las faenas más emocionantes y emotiva que se han podido ver últimamente. La rapidez con que se llevaron al toro las mulillas, en contraste con la tardanza del presidente en dar la primera oreja, impidió la petición de la segunda. Ya en su primero demostró Morante que había venido a por todas, con un toro áspero y complicado se la jugó para torearlo con profundidad y andarle en torero. Si lo llega a matar a la primera hubiera cortado una oreja.

La corrida de Matilla ha estado muy mal presentada, con algún toro impropio de Sevilla. Además de los tres rechazados en el reconocimiento nos cuentan que otros seis de los reseñados se quedaron en el campo. Desgraciadamente, Morante se llevó el peor lote. Manzanares sorteó un primero muy potable al que toreó a gusto, pero con su estilo en diagonal y despegado. El mismo torero de siempre, con el mismo pasodoble, la misma faena sin emoción y la misma oreja. El pitón izquierdo del quinto era como para que Manzanares se hubiera ido a por la Puerta del Príncipe, pero con esa muleta como de perchiglás que lleva ahora y la ambición del que ya tiene hecha esta temporada y las siguientes, no dieron para más. Éste fue el único toro ovacionado en el arrastre.

El primero de Talavante desarrolló genio del malo. Hirió a Ambel en banderillas, y el torero lo probó por ambos pitones para nada. Sin embargo, el último era un toro con recorrido y alegre. Sorpresivamente Talavante se lo llevó a terrenos de sol para torearlo en corto y no en largo, en una faena más efectista que profunda. El que debió ser triunfo grande se quedó en una oreja.

@isanchezmejias

Categorías
Abono Sevilla 2025

8 capotazos a una mano, 8

Cuando salió el cuarto toro de la tarde, tan abanto y desentendido del primer tercio como los anteriores, nadie podía imaginar que minutos después estaríamos abrazándonos por los tendidos. Cuando le cerraron al toro en el tercio, Morante y le enjaretó 8 capotazos a una mano, de esos que vemos en los videos antiguos de Gallito, a cada cual con más arte y más torería, mientras la locura se iba apoderando de los tendidos. Cuando aquello acabó sonaba la banda de música y estábamos todos de pie aplaudiendo, vitoreando al torero y abrazando a los vecinos. Si dicen que el arte es aquello que visto, gusta, lo de Morante es Arte y aparte.

Ya con la muleta se lo llevó a los medios y le compuso una faena torera y de exposición, pasándose al toro a milímetros, como siempre, y dándole todas las ventajas, hasta acabar en la puerta de cuadrillas. Se tiró a matar o morir, como si su temporada dependiera de ello. Dos orejas sin discusión, a pesar de que un presidente sin sensibilidad concediera la segunda ya con el toro arrastrándose. Vuelta al ruedo apoteósica con gritos de apoyo al torero. En su primero demostró Morante las ganas de agradar que tenía, y le sacó catorce detalles toreros a un toro que por su mal estilo no se lo merecía.

Foto Entreartes Comunicación

De lo demás poco que destacar. La corrida de Domingo Hernández, desigual de presentación, con algún toro basto, ha sido descastada, en general. Con toros tan desentendidos de la lidia que parecía que veían mal. Embestían tres veces bien y dos mal, se aburrían, se paraban, o querían echarle mano al torero. Juan Ortega ha estado queriendo toda la tarde con toros a contra estilo. Al quinto lo recibió con unas verónicas que empezaron esperanzadoras y acabaron atropelladas. El de la música, que todavía estaba obnubilado por lo de Morante arrancó a tocar. Sus dos faenas han sido meritorias para las condiciones de sus toros. Pablo Aguado también ha estado queriendo toda la tarde, pero ni en su basto tercero ni en su desentendido y descastado sexto ha podido hacer más que estar digno con ellos.

@isanchezmejias

Categorías
Abono Sevilla 2025 General

Mal empieza la temporada en Sevilla

El Domingo de Resurrección suele ser un día de decepciones en la plaza de toros, y el de 2025 no iba a ser menos. Ya empezó con el retraso de los matadores en salir al ruedo donde los alguacilillos tuvieron que esperan cinco minutos en formación. Quiero suponer que eran instrucciones para que los que llegan apurados de tiempo, que son cada vez más, dejasen de molestar y fueran tomando asiento. Después los matadores se fueron mucho más allá del tercio y se pararon a escuchar el himno nacional. Talavante fue el único que se desmonteró de los toreros y después hizo así todo el paseíllo, supongo que porque necesitaba las dos manos para volverse a poner la montera. Espero y deseo que esto haya sido sólo en el primer festejo.

La corrida de Núñez del Cuvillo, muy justita de presentación, ha dado el juego previsto en Domingo de Resurrección, poco y aburrido de unos toros con muy poco poder. Además, el primero de la temporada fue devuelto por falta de fuerzas. Empezamos bien. Morante ha hecho lo más torero de la tarde en su primero, unas verónicas inverosímiles de plasticidad y remate y unos arrebatados naturales en respuesta a un público frío por la temperatura supongo. Además, un espectador de la última fila del Dos, se desmayó, fue atendido por una médica del público y después trabajosamente por la Cruz Roja, que estuvieron un rato tratándolo antes de bajarlo sujeto en la tabla. Todo esto con 20 personas del tendido de pie molestando a los demás. Pues Morante mató al toro y el presidente mandó salir el segundo. No digo que esto sea como el futbol y se pare la corrida, pero un poco de sensibilidad para que los señores de la Cruz Roja pudieran hacer mejor su trabajo hubiera estado bien. Por cierto, en el tendido nos dijeron que el espectador había fallecido posteriormente. Esto definitivamente no ha empezado bien.

Luque cortó una oreja en el primero y le han pedido tres. Debe ser cosa del nuevo público que viene a la plaza de toros de Sevilla. En su primero, faena voluntariosa a un toro con poca fuerza y menos recorrido. El arrimón final levanta a unos tendidos festivos. Estocada trasera y oreja de feria y petición de la segunda. Sosa la embestida del último cuvillo, faena larguísima de muchos pases, y pocos buenos, que acaba con la cosa rara esa de las luquesinas, un aviso y petición minoritaria.

Talavante ha estado mal, mucho de cara a la galería, mirando al público. Demasiadas voces y poco toreo. Su primero fue bravo en el caballo, alegre en banderillas y con recorrido las primeras tandas, pero acabó aburrido de Talavante y rajado. El quinto fue el más potable de la tarde, pero no le cogió el aire en ningún momento, mal colocado y fuera de sitio.

El presidente descentrado, no sólo por lo del incidente médico, sino que se las tuvo con Morante por la lidia, cambió un toro con un puyazo y tuvo que pedir que le dieran otro. La música también mal, dos veces los toreros le pidieron que la pararan. Lo dicho, hemos empezado mal, lo mejor el lleno de no hay billetes. Esperemos que esto se enderece.

@isanchezmejias

Categorías
Abono Sevilla 2025

Datos del abono de Sevilla 2025

Como supongo que están ustedes saturados de opiniones personales de aficionados y de artículos de profesionales valorando los carteles de Sevilla, voy a aportar sólo datos del abono de 2025 en su comparativa con el año anterior.

Lo primero que hay que decir es que la estructura es exactamente igual que el año anterior, esto es, 17 corridas de toros, con 3 en la Feria de San Miguel, 1 corrida de rejones, el domingo de preferia y 6 novilladas tras las corridas de toros, con la novedad de que la primera de ellas este año va el lunes de preferia.

Con respecto a las ganaderías, la cosa sigue casi igual. Repiten los mismos hierros, excepto que sale La Quinta, por las razones que se han explicado y entra Fuente Ymbro. Por otra parte, Cuvillo pasa de 1 a 2 encierros y Matilla de 2 a 1. Repitiendo las consabidas Fermín Bohórquez, Santiago Domecq, El Parralejo, Victorino Martín, Garcigrande (2), Domingo Hernández, Jandilla, Victoriano del Río (2), Alcurrucén, Juan Pedro Domecq y Miura.

La nómina de toreros es la conocida de todos los años, saliendo: Ruiz Muñoz, José Garrido, Emilio de Justo, Leo Valdez y Paco Ureña y entrando Samuel Navalón, Curro Díaz, Rubén Pinar, Román, David Galván, Pepe Moral y Zulueta, que tomará la alternativa. Cambian Perera de 1 a 2, Escribano de 2 a 3, Pablo Aguado de 2 a 3, Roca Rey de 4 a 3, Tomás Rufo de 2 a 1 y Castella de 3 a 2. Repiten Morante (5), Borja Jiménez (3), Lama de Góngora, Calerito, Luque (4), Urdiales, Manzanares (3), El Cid, Talavante (3), Juan Ortega (3), Cayetano, Ginés Marín, El Fandi, David de Miranda y Esaú.

Con respecto a los precios, les expongo el siguiente cuadro ilustrativo, donde pueden ver la comparativa entre años por tendidos y localidad de los principales asientos de la plaza: Sol y sombra altas y filas 2 a 14 de los tendidos.

Salvo error u omisión, esto es lo que veo. Saquen ustedes sus conclusiones.

@isanchezmejias

Categorías
Artículos

Ignacio Sánchez Mejías y la emoción

El verano pasado el amigo y escritor jerezano Manuel Francisco Reina me pidió que escribiera algo de la relación de Ignacio Sánchez Mejías con el flamenco para un monográfico de la publicación «Entre Ríos». Me salió esto:

Ignacio Sánchez Mejías y la emoción

Podríamos destacar muchos rasgos del carácter de una persona tan excesiva en todo lo que hizo como Ignacio Sánchez Mejías. Pundonor, perseverancia, afán de superación o audacia, pero si tenemos que quedarnos con alguno, sería la pasión.

Audacia tuvo para embarcarse de polizón con 17 años en el trasatlántico Manuel Calvo, pensando que el destino era México, pero el barco iba a Nueva York. Lo descubren durante la travesía, y al llegar a Estados Unidos, lo toman por delincuente y lo encarcelan. Gracias a las gestiones de un hermano de Ignacio, mi abuelo Aurelio, que por entonces estaba en México, logran que lo embarquen para ese país. Ahí comienza su vida taurina, se coloca de empleado en la plaza de toros de Morelia, donde pasa de limpiar cuadras y establos a banderillero.

Afán de superación hay que tener para evolucionar de banderillero en México a figura del toreo mundial. En la Edad de Oro del toreo de Joselito “El Gallo” y Juan Belmonte, se codeó con ellos y compartió cartel el día de su alternativa en Barcelona. A la muerte de Joselito, cuando empieza la llamada Edad del Plata del toreo, Ignacio es su primera figura y su máximo exponente. Esto no se logra sin el pundonor y perseverancia que Ignacio manifestó cada tarde en un ejercicio de emoción y heroicidad. Basó su carrera de torero en el riesgo desmesurado y la temeridad. El tratado de toros “El Cossío” define así su toreo: “La valentía más auténtica y sobrecogedora que nunca se haya exhibido en los ruedos. El valor de Sánchez Mejías superaba el concepto que de tal cualidad moral podamos tener. No era sólo desprecio absoluto del riesgo, sino que daba la impresión de ignorancia total del peligro”.

La pasión con la que Ignacio impregnó todas sus actividades es admirable. Fue presidente de la Asociación de Matadores de Toros y Novillos, defendiendo los intereses y los honorarios de sus miembros, lo que le acarreó la enemistad con empresarios, e incluso que lo vetaran en varias plazas; fue presidente de la Cruz Roja incrementando notablemente su actividad solidaria; fue presidente del Real Club Betis Balompié poniendo los cimientos del único título de Liga que posee y que ganó a los pocos años de dejarlo Ignacio; fue pionero de la aeronáutica sevillana, con la creación de su aeródromo para dirigibles comerciales, que querían hacer la ruta Sevilla – Buenos Aires, nada menos. Ignacio destacaba por su atractivo personal, y no sólo con las mujeres, allí donde estaba era el centro de la atención social. Cuando iba a México o a Lima, alquilaba una casa y allí se daban las fiestas y se reunían los personajes locales y visitantes. Fueron famosas las fiestas en Pino Montano, donde acudieron personas de todo tipo y condición. Su vida social era tan variada que incluso se publicó que estaba propuesto para Gobernador Civil por parte del Gobierno de la República, a pesar de su amistad con Sanjurjo. En aquellos tiempos del nacimiento de las vanguardias, cuando empezaban los “sportman”, Ignacio tuvo tiempo para todo: Jugador de polo, futbolista, acosó toros desde un automóvil, practicante de boxeo, de deportes de invierno, actor de cine, piloto de aeroplano. Fue el primer torero en volar en avioneta, desde un pequeño aeródromo montado cerca de su finca de Pino Montano, para ir a torear.

Por si todo esto fuera poco también destacó, y mucho, por su obra literaria. Empezó con escritos costumbristas y taurinos que fueron publicados en periódicos, y también publicó en La Unión crónicas de sus propias corridas de toros. Tiene escritas cuatro obras teatrales y estrenadas dos: “Sin Razón”, de la que hay que destacar que es la primera aproximación a Freud de la literatura española, estrenada en Madrid por la compañía de Fernando Díaz de Mendoza y María Guerrero. Y “Zaya”, estrenada en Santander, con asistencia del Rey. También tiene escrita una novela y varios poemas.

Reconocido como mecenas de la Generación del 27. Ideó y organizó, junto con el ateneísta D. José María Romero Martínez, los actos de tricentenario de Góngora en Sevilla, que dieron lugar al nacimiento de la Generación del 27. Convenció a sus jóvenes amigos vanguardistas de Madrid para venir a Sevilla. Las fiestas que se organizaron en Pino Montano se quedaron en el recuerdo de todos los poetas. Su biógrafo, el profesor Andrés Amorós, lo destaca como el “pegamento” que unía a todos los miembros de la Generación del 27. De ahí se derivó una gran amistad con todos ellos, destacando la de Rafael Alberti, al que hizo vestirse de luces y hacer el paseíllo en la plaza de toros de Pontevedra. Y por supuesto con Federico García Lorca.

Pasión tuvo por el flamenco. Y debilidad por el cantaor Manuel Torre, al que llamaba para cantar en su finca de Pino Montano en cuanto tenía ocasión. Del que decía textualmente: “Es algo que estremece. Es algo único. Le oyes una seguiriya y ya no te importa morirte. Ya no puedes encontrar en el mundo belleza que iguale el cante de Manuel Torre”. Como ejemplo de la peculiaridad y del carisma de este cantaor transcribo lo escrito por una persona tan poco sospechosa de folclórica como Antonio Díaz Cañabate: “Media noche, acabamos de entrar en la estancia. Ignacio Sánchez Mejías un par de franceses amigos suyos, Manuel Torre, otro cantaor, una bailaora y un guitarrista. Ignacio, gran admirador suyo nos había estado ponderando su arte toda la cena. Manuel Torre se sentó en un sillón y empezó a beber vino, callado, como ausente en la reunión. El otro cantaor, cantó. La bailaora bailó. Manuel Torre ni miraba la danza ni escuchaba el cante. Ignacio nos informó <Hay que dejarle, es un gitano puro>. Las tres de la madrugada. Manuel Torre se bebería sus treinta copas de aguardiente. Empezó … ¿a cantar? No. A hablar. Hasta las cinco de la madrugada estuvo hablando de galgos sin parar. Los franceses se durmieron borrachos perdidos. Entraron las claras del día. Bajito le pregunté a Sánchez Mejías: ¿Tú crees que cantará? Y me contestó muy compungido <Me temo que no. Cuando la toma con los galgos a lo mejor no canta hasta las dos de la tarde>. Me espanté: ¿Pero no vamos a estar aquí hasta las dos de la tarde? Ignacio con toda naturalidad me repuso <¡Ah claro! Tú no sabes lo que es una seguiriya cantada por este hombre>. Lo supe exactamente a las nueve y media de la mañana. Ignacio Sánchez Mejías, aquel hombre tan hombre, lloraba. Yo tenía la carne de gallina. Recorría mis nervios el escalofrío de la más intensa emoción. Han pasado muchos años. Ninguno me produjo la honda, la jonda, emoción del cante por seguiriyas de Manuel Torre”. Se explica no sólo la admiración de Ignacio por el cantaor, sino también la de García Lorca que dijo de él que era “el hombre con más cultura en la sangre que había conocido”. Alguna vez Ignacio telefoneó a su amigo Federico a Madrid, despertándolo a mitad de la madrugada sólo para que escuchara cantar flamenco desde Sevilla.

Pasión también puso para promover “Las Calles de Cádiz”, junto con su amante “La Argentinita” y su amigo Federico García Lorca. Un espectáculo flamenco que se elevó por primera vez de categoría, para competir con la ópera y el ballet. Poco se ha destacado la creación de este espectáculo pionero en el mundo del flamenco que tuvo mucho éxito. Ignacio quería un espectáculo auténtico. Fue contratando a los flamencos, cantaores y chiquillos que lo interpretaban a diario por las calles de Sevilla, Cádiz y Jerez. Buscaba lo auténtico y original, no lo conocido en los tablaos. Se pueden imaginar la dificultad de meter en cintura a esos artistas libres, y la perseverancia que hay que tener para ello. Las anécdotas de su organización son muchas, como la contada por Rafael Alberti en su “Arboleda Perdida” para la contratación de El Chele, un gitano de Jerez que vivía de hacer números en las calles o donde lo llamaran. Ante Ignacio y Rafael les hizo el número que él llamaba “del cepillo”, en el que mientras hacía un magnífico zapateado, se cepillaba con ritmo y gracia el traje. Ignacio le dijo que lo contrataba para el espectáculo y que, además de pagarle vestidos, fonda y viajes, le daba diez duros diarios sólo por hacer ese número. El Chele se les quedó mirando pensativo, le pidió a Ignacio un lápiz, sacó del bolsillo un papelucho medio roto, escribió unos garabatos, los estudió y concluyó rotundo “No me conviene, pierdo dinero”. Ante la extrañeza de Rafael y de Ignacio argumentó que ese empleo y los magníficos diez duros diarios no iban a durar para siempre, que él vivía de ser gracioso y de dar en la calle los sermones que oía en la iglesia a los curas, y que cuando volviera a Jerez iban a decir que “El Chele ha vuelto rico”, y que nadie lo volvería a llamar para hacer sus gracias. “Así que no me conviene don Inasio. Pierdo dinero. Buenos días ¡Óle! Me voy”. Inapelable argumento de sabiduría popular.

Del espectáculo Las Calles de Cádiz, cuentan Andrés Amorós y Antonio F. Torres en su libro “Ignacio Sánchez Mejías, el Hombre de la Edad de Plata», que también había grandes nombres del flamenco, poco conocidos fuera del ámbito local. Uno de ellos era el cantaor Ignacio Espeleta, del que se dice en el libro lo siguiente: “En uno de los últimos ensayos de Las Calles de Cádiz debía de cantarle a La Malena y a La Macarrona, que acababan de entrar en escena, pero, llegado el momento, tras un día de juerga, Espeleta no se acordó de la letra. Ante el temor de que Ignacio, que supervisaba el ensayo, se enfadara y le dejara sin cobrar, Espeleta improvisó y comenzó a cantar la siguiente letra sin sentido: <Tiri ti tan, tan, tan>”. Nos podemos imaginar las caras de La Malena, de la Macarrona y de Ignacio, pero pasado el tiempo este “tiri ti tan, tan” es uno de los estribillos más populares del flamenco.

Sirvan estas anécdotas para ilustrar las dificultades del montaje de Las Calles de Cádiz, a pesar de las cuales, al final lograron montar un magnífico espectáculo que se estuvo representando con mucho éxito.

En compensación a la colaboración y la ayuda de Federico García Lorca en la creación de este espectáculo flamenco, sobre todo en los arreglos musicales y las letras, Ignacio se comprometió a dar una conferencia a los alumnos de Federico de la Universidad Columbia, Nueva York en 1929. Fue una conferencia taurina, y se pueden ustedes imaginar la sorpresa de los estudiantes americanos de 1929 ante un torero hablándoles del mundo del toro. Según el profesor Romero de Solís, que estudió los pormenores de esta conferencia, Ignacio explica la Tauromaquia por su relación simbólica entre lo que es la lucha entre la Vida y la Muerte. Con esta premisa va desentrañando cada suerte y cada elemento que interviene la lidia: torero, toro, capote, muleta, banderillas, espada, caballo, vara, puntilla, etc., para que esos estudiantes entendieran algo de lo que es la Tauromaquia.

En la conferencia decía: “Cuando la humanidad esté en un grado tal de civilización que no quede ninguna crueldad, entonces sería cosa de suprimir las corridas de toros. Pero mientras los seres humanos hablen tranquilamente del número de hombres que cada nación puede matar en un momento determinado, hablar de la crueldad de las corridas de toros es ridículo”. Esta frase sigue vigente casi cien años después. También les intentaba explicar cómo siendo un espectáculo que ellos podían ver como cruel, no lo era, o no lo percibíamos como tal: “En verdad, en la realización de las corridas de toros la crueldad es vista y no vista. La educación artística de un individuo, de una sociedad o de una nación no puede improvisarse, es cuestión de siglos. Por eso España, país de artistas, presencia las corridas de toros sin dar importancia a la sangre derramada, porque están en juego, sobre todo, valores artísticos y vitales irrenunciables”. Ignacio también decía: “El torero se juega la vida a cara o cruz sin más ventaja que su inteligencia. Todas las ventajas son del toro”. Fíjense la percepción que tiene el torero sobre la libertad del animal con el que se enfrenta. Sigue diciendo “El toro dispone de la muerte y tiene la intención de utilizarla. El toro es la bala que viene directa a matarnos. La virtud del torero es no asustarse de la muerte”. Y concluye diciendo “La ciencia de la tauromaquia consiste en el arte de burlar la bala”. Como pueden ver intentaba explicar el arte de la Tauromaquia sin esconder ninguno de sus aspectos más controvertidos. Por lo que hemos podido saber, la conferencia fue un éxito y gustó mucho a García Lorca.

Ignacio Sánchez Mejías fue un personaje inmenso del que sorprende que hiciera tantas cosas y tan bien en tan pocos años. En lo que emprendió quiso llegar a ser el mejor, y muchas veces lo consiguió. Varios de sus amigos del 27 le escribieron poesías a su muerte, como Miguel Hernández y Rafael Alberti, pero el poema de Federico García Lorca, “Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías”, que pasa por ser la mejor elegía en lengua española, lo hizo inmortal. Esa inmortalidad literaria lo ha minimizado como torero, oscureciendo de alguna forma una personalidad tan atractiva y poliédrica como fue la de Ignacio. Contaba el profesor Manuel Grosso que dando una conferencia en El Cairo, lo interrumpieron para que les aclarara que Ignacio Sánchez Mejías era una persona real y no alguien imaginario al que García Lorca había dedicado el Llanto. El profesor Grosso no se lo podía creer y pasó a hablarles de la vida y milagros de Ignacio para que se enteraran bien de que era un hombre de carne y hueso.

Sirvan estas letras para reivindicar su persona y también para darle la razón a Federico cuando le escribió:

Tardará mucho en nacer, si es que nace

Un andaluz tan claro, tan rico de aventuras

Ignacio Sánchez-Mejías Herrero

El Puerto de Santa María, agosto de 2023

Categorías
General

Morante, del todo a la nada

Alguien, que supiera de toros, debería de explicarnos esto de que siempre le toquen a Morante los dos peores toros es simplemente capricho de los sorteos o es que hay algo más, porque he oído versiones de que somete y exige mucho a los toros con el capote o que les puede tanto en las aperturas de las faenas de muleta que los desengaña. Yo, que no sé de toros, me decanto por la suerte. Uno que es supersticioso.

Su primero de El Freixo en El Puerto de Santa María no valía gran cosa, poca fuerza y mucho derrote. Pero Morante lo quitó por verónicas de esas que no se olvidan. Empezó la faena de forma genial con esas formas genuflexas, enroscándose al toro, que te hacen ponerte en pie. El resto de la faena no cogió demasiados vuelos por lo remiso del toro a embestir, y sólo tuvo altura cuando conseguía que no se le parara. Su segundo fue un bruto de Jandilla que salió dando cabezazos y desentendiéndose con la cara siempre por las nubes y peligroso por incierto. Le duró a Morante dos muletazos y un bajonazo en el sitio. La bronca del desencanto estaba servida.

El primero de Manzanares era un terciado toro de El Freixo tan impropio para esta plaza que hasta el amable público de El Puerto lo pitó tímidamente de salida. El torero, en otra plaza donde lo miman, hizo una de las faenas a la que nos tiene acostumbrado últimamente, despegado y en diagonal. Estocada trasera y oreja. Su segundo, de Jandilla, fue el paradigma del toro moderno. Manso de salida, le pegó dos coces al peto en el primer encuentro y al primer pase de muleta se fue huyendo desde los terrenos de la presidencia hasta chiqueros, pero después embistió como si fuera un carretón llevado por un atleta. Fijo, largo, obediente, con transmisión y hasta con emoción. Manzanares estuvo muy centrado con él y firmó su mejor faena de la temporada, y me atrevo a decir de los últimos años, destacó en los cambios de mano y los pases de pecho. Toreó hasta por la espalda. Estocada y dos orejas.

La naturalidad del toreo de Pablo Aguado entra por los ojos. Con unos trastos pequeños lleva a los toros con una delicadeza y una suavidad que parece imposible, pero sus faenas no acaban de ser rotundas. Parece que requiere de demasiada preparación entre series o entre pases, y se pierde la unidad de la misma. Aun así, superó a dos toros y cortó una oreja a cada uno de ellos después de matarlos de sendas estocadas a ley, la primera magnífica.

Muy buena entrada, empezamos con tres cuartos largos y acabamos con casi lleno, porque aquí, como en todos sitios, la gente llega con retraso a los toros por muy tarde que empiece la corrida, 20 horas en este caso. Lo del trasiego constante de destilados ya lo hablamos otro día. Dos toreros a hombros en noche cerrada, con casi tres horas de festejo.

@isanchezmejias

Categorías
General

La sonrisa de Morante

Vimos en El Puerto a José Antonio Morante de la Puebla afortunadamente recuperado. Esa sonrisa con que recibió la oreja del cuarto era la sonrisa de todos sus partidarios y nos decía que se había recuperado el hombre, que se había recuperado el artista y que se había recuperado el torero.

Morante iba vestido de categoría con un traje sangre de toro e hilo blanco con medias blancas, y dentro de la magnífica corrida de Núñez del Cuvillo, pechó con el peor lote, como casi siempre. Su primero era un toro “regordío” y muy remiso a embestir, pero Morante a base de porfiarle le sacó una faena de las suyas, torera y artista, donde destacaron unos naturales prodigiosos llevando al toro pegado a la muleta y a la cintura. Ahí vimos que se había recuperado el artista. El toro se llevó una buena pitada en el arrastre. En su segundo impartió una clase magistral de toreo a la verónica, profundas y obligando mucho al toro, quizás por quebrantarlos tanto con la capa llegan algo remisos a la muleta. La faena fue de mucho mérito a un toro que se puso muy exigente y al que hubo de exponerle mucho. Ahí vimos que se había recuperado el torero. Lo mató de un estoconazo arriba del que el toro salió sin puntilla. Oreja y sonrisa.

El primer toro de Roca fue magnífico. Bravo, noble y obediente, pero en este tipo de toro Roca no destaca. Su toreo fundamental es demasiado rectilíneo como para emocionar. Buena estocada entrando a matar despacio, oreja y ovación al toro en el arrastre. El quinto ya era otra cosa, era ya más el toro de Roca, que está mejor con el toro malo que con el bueno, no es que este fuera malo, pero no era el bravo segundo. Primera tanda de muleta con las dos rodillas en tierra y sin moverse. Si el toro se le cruzaba se lo sacaba por detrás y si no por delante. Faena de las suyas encimista y de valor. Bajonazo, dos orejas, salida a hombros y con 14 policías protegiendo la camioneta para que se fuera como el presidente del gobierno.

El primero de Ginés Marín también fue un gran toro, aplaudido en el arrastre. Cuando el torero le daba distancia iba largo y con celo. El torero quiso empezar la faena en los terrenos de chiqueros, pero cuando salió de allí le compuso una faena artística. Estocada, aviso y oreja. Su segundo lo toreó en terrenos del sol, ya a las 10:30 de la noche se estaba bien, empezando con su estilo artista y acabando en los arrimones modernos. Pinchó, el único pinchazo de la tarde noche.

Magnifico ambiente de corrida grande con los tendidos llenos como hacía tiempo que yo no veía en esta enorme plaza. En todas las faenas tocaron la música a cargo de esa gran banda del maestro Dueñas que suena tan bien cuando toca pasodobles clásicos y tan fuerte cuando parecen marchas de entrada en la Campana. Por cierto, Curro Javier puso dos pares dejándose llegar al toro a la barriga, que hizo sonar la música.

El sábado otra cita con Morante, en el mismo sitio y a la misma hora. Ya sabiendo que está recuperado el hombre iremos mucho más ilusionados, porque el artista siempre estuvo.

@isanchezmejias

Categorías
Abono Sevilla 2024

Lleno para ver una miurada que no defraudó

La primera buena noticia es que la plaza estaba aparentemente llena para ver la corrida de Miura que cierra tradicionalmente la Feria. En los últimos años la entrada de esta corrida se había resentido algo, incluyendo la del festivo del lunes el año pasado. Da gusto ver la plaza llena para ver los miuras y también al heroico Manuel Escribano que fue recibido con una ovación al romper el paseíllo y que saludó desde el tercio.

La corrida de Miura ha sido dura y difícil, como las antiguas se podría decir. Cinco veces se han ido los toreros a porta gayola, sólo faltó Esaú en su primero, y creo que únicamente una vez le ha salido la suerte limpia. Al Fandi se le paró en la cara en su segundo y tuvo que optar acertadamente por levantarse. Pero es que cuando pasaban se volvían como rayos no dando tiempo al matador a recoger el capote, pasando un mal trago. Los tercios de varas han sido buenos en general, destacando segundo y, sobre todo, el sexto con los toros puestos de largo y galopando. Los esperados tercios de banderillas de El Fandi y Escribano, que se han invitado en sus cuatro toros han sido entretenidos. Y menos mal que ponían banderillas estos matadores porque la cuadrilla de Esaú, aun contando en sus filas con banderilleros de la categoría de Antonio Chacón no fue capaz de componer un tercio ni medianamente acertado, pasando muchas veces sin parear o acabando las banderillas en el suelo.

El primero se orientó pronto en la muleta de El Fandi. El segundo le enganchó la muleta mucho a Escribano en la primera parte de la faena que después ya fue más templada. El tercero fue muy trabajoso en su lidia, además fue protestado por una presunta cojera que sólo vieron los que protestaban. Esaú le compuso una faena de valor, ganas y conocimiento y cortó una oreja. Faena de entrega de El Fandi en el cuarto rematada con una buena estocada. Petición no atendida por el presidente y no entendida por el público habiendo concedido la oreja en el anterior. El quinto era un miura antiguo en tipo y comportamiento. Cuando levantaba el hocico era para salir huyendo despavorido. Pues así y todo Escribano le puso su par al quiebro citando sentado en el estribo. Pero en la muleta ya venía orientado y no se dejó dar ni uno. El último también fue peligroso y ni toro ni torero se dejaron der coba.

En resumen, una corrida de miuras duros que han vendido cara todas sus embestidas y ninguna fue franca. Eso es lo que esperamos de estos toros, de forma que no hemos salido defraudados sino todo lo contrario.

La empresa montó la campaña de publicidad de la Feria, preguntándose quién iba a ocupar el trono del toreo, representado en el sillón de Gallito. Pues terminado la Feria pienso que el que debería sentarse en él, el verdadero triunfador de la feria, es el empresario Ramón Valencia. Siete “no hay billetes” y varios llenos aparentes, todo un éxito. Él es el que mañana debería sentarse en el trono.

Foto maestranzapages

@isanchezmejias