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Abono Sevilla 2023

“Choricero” el toro de la Feria

La corrida de Miura, en este día tan raro del lunes después de la feria, no ha defraudado, sino todo lo contrario. Mandaron los ganaderos un encierro variado de capa, peso, hechuras, edad y comportamiento. Algunos hasta finos de cabos y otros más en miura como el impresionante tercero. Varios aplaudidos de salida y otros en el arrastre. Con esta variedad comprenderán ustedes que ha sido una corrida muy entretenida. No hace mucho me dijeron que, de los estudios recientes realizados a la cabaña brava, Miura era de las ganaderías con menos consanguinidad, en contra de lo que se piensa. La variedad de la corrida de hoy lo corrobora.

Entre todos ha destacado “Choricero”, que sólo tenía feo el nombre. Para mí el toro de la Feria. Supongo que a algún jurado de los miles que dan premios taurinos en Sevilla, les dará reparo darle el premio por no tener que leer el acta con este nombre, aunque espero que a otros no les importe. Toro pronto en todos los tercios, fue bravo en el caballo, como toda la corrida, arrancándose alegre y peleando de verdad. En banderillas fue más miura, recortando y cambiando la velocidad, haciendo pasar un quinario al matador. Pero rompió a embestir a la muleta de Escribano con nobleza y largura. El matador lo entendió a la perfección y dio una lección de cómo torear a un Miura. Desgraciadamente el bajonazo emborronó la obra y el presidente sólo le concedió la primera de las dos orejas que pidió el público. El toro era de vuelta al ruedo, pero el público estaba en la injusta bronca al presidente y el toro se fue sin honores.

Tengo que romper una lanza por el presidente D. Fernando Fernández Figueroa. No se pueden dar dos orejas en Sevilla con una estocada tan baja por mucho que la pida el público, que parece más preocupado en que el toro caiga rápido de cualquier manera (carne al suelo, que dicen ahora) que en que la suerte se haga de forma ortodoxa y se mate por arriba. Hace tiempo que vengo diciendo que si se dan orejas con bajonazos, pronto la estocada arriba será una rara avis.

El primero de Escribano, un precioso cinqueño escurrido de carne, era pronto y alegre en sus embestidas, eso sí, en cada una de ellas le tiraba dos cornadas a la muleta. Muy meritorio el trasteo del torero que terminó con una estocada baja. El último también era un cinqueño fino pero más en miura. Faena irregular con algún derechazo largo y mandón pero sin tomar altura. En general, muy bien la actuación Manuel Escribano que recibió a dos toros a porta gayola y puso sus seis pares de banderillas.

Ferrera ha sorteado el lote con más kilos y caja. Su tercero era un tren de mercancías al que salió a recibir sin ninguna probatura, solo por eso ya se merecía una ovación. En la muleta se dejó dar poca coba. Su primero iba franco por el pitón derecho, dentro de lo significa este término en un miura, pero el torero no llegó a confiarse. El quinto tuvo poca fuerza y mucho sentido. Lo mejor la estocada final.

Bien en general las cuadrillas, algún picador fue aplaudido y los banderilleros bien colocados y atentos, al igual que el sobresaliente, Fernández Pineda, una garantía.

@isanchezmejias

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6 miuras, 6 orejas

Nunca había visto cortar la oreja a cada uno de los seis miuras que se lidiaron en la corrida magallánica de Sanlúcar de Barrameda, ni creo que vuelva a ver en mi vida semejante acontecimiento. Cierto que muchas de ellas vinieron al rebufo de una tarde festiva con demasiada celebración y benevolencia, pero disfrutamos del espectáculo con una plaza con una magnífica entrada, por encimas de los tres cuartos y, además, que nos quiten lo bailado.

Con independencia de la magnífica decoración de la arena y las tablas, lo de las corridas raras como esta magallánica están pasándose un poco de rosca. No sé quién ha documentado las indumentarias de las personas que corrían toros en esos tiempos, pero las vestimentas de los intervinientes, son, en muchos casos inadecuadas, rozando el ridículo. Banderilleros en mangas de camisa, picadores con baberos vestidos de primera comunión, matadores subiéndose las mangas por incómodas. Y algunos hilarantes comentarios de los espectadores, como a un banderillero que iba con plumas en el gorro que hacía de montera, “llama al del pavo real”, tuvo que escuchar. Sólo la aguacililla que habría plaza con armadura, pica y espada al cinto, mantenía el tipo. Entiendo que se quieran dar festejos “especiales”, pero quitando la consolidada goyesca de Ronda, todas las demás goyescas, y las magallánicas, picassianas y pinzonianas deberían volver a la corrida clásica.

Los miuras que salían al pequeño ruedo de Sanlúcar se comían la plaza, bien presentados, con comportamiento peculiar, barbeando las bajas tablas, mirando a los tendidos, un espectáculo. Su comportamiento, en general fue tan problemático como se podía esperar. Mucho mérito el de todos los profesionales. También hicieron buena pelea en varas, donde los matadores los dejaron largos, a veces muy largos, para poder dirimir el premio al mejor puyazo. Eso que disfrutamos. Es curioso que dadas las dimensiones del ruedo y lo grande e inquieto de los miuras, Chacón mandó meterse al picador que hacía puerta en el primero y ya se lidiaron rodos los demás con un solo picador en la arena.

El primer Miura fue pronto y alegre, Chacón le compuso una faena seria y profesional a base de derechazos, pero cuando se confió al final con unas manoletinas, en las que el toro le avisó en las dos primeras de que no le gustaban, le echó mano de fea forma. Se repuso el matador, pinchazo, estocada y muerte de bravo después de esperar dos avisos. Primera oreja. Se metió el torero en la enfermería y salió para lidiar el suave y noblón cuarto, aunque suene casi a insulto a un miura. Estocada algo tendida y atravesada y descabellos y su segunda oreja.

Según leímos, Escribano venía con una huesesillo roto de una paliza precisamente de un miura el día anterior, pero no se quiso perder la corrida. Toreó con una proyección en la mano, que le impidió banderillear. El segundo miura salió tan derrengado que un vecino dijo que tenía “ruma”, que supongo que es un grado más que el reuma. Muy protestado, el presidente lo mantuvo en el ruego, y el toro aguantó la faena a media altura de Escribano sin caerse, y le cortó la oreja. El quinto fue complicado de lidiar y peligroso. La conformación de la cuerna no era la de esta ganadería, pero el comportamiento sí. El matador, experto en estos toros le compuso una larga y meritoria faena. Pinchazo, estocada, aviso y su segunda oreja.

A David Galván le correspondió el lote más en miura, esto es, más complicado. Muy animoso y voluntarioso el torero, le cortó la oreja a su primero después de una buena estocada. El último fue complicado hasta para banderillear, pasando un mal rato el del pavo real, y no se dejó dar coba por ninguno de los dos pitones. Meritorio el trasteo de Galván. Pinchazo, media, descabellos, aviso y oreja para completar el pleno de trofeos, después de casi tres horas de festejo. Al final todos a hombros y todos contentos.

@isanchezmejias

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Abono Sevilla 2022

Escribano solventa los seis miuras con profesionalidad

Cuando anunciaron la encerrona de Escribano con los miuras, tengo que reconocer que no me hizo ninguna gracia. En principio no me gustan las encerronas. Ver salir al mismo torero, con el mismo traje a parar toro tras toro de la misma forma, quita la ilusión de la variedad. Y después porque tapa dos puestos a toreros que igual pueden triunfar con armas distintas. La única corrida de Miura que recuerdo aburrida fue la encerrona de Espartaco, seis toros con la misma lidia plana. Afortunadamente, Escribano está acostumbrado a este encaste, es variado y tiene recursos para matar seis miuras, y veinte que le pusieran delante.

Afrontó el reto con serenidad y ánimo, nunca se le vio agobiado. Se fue a porta gayola tres veces y banderilleó a sus seis toros. El tercero, donde invitó a Chacón y a Sánchez resulto el más lucido. Los subalternos, animados por la música que nunca oyen, se esforzaron y parearon superior. El torero las quiso poner al quiebro en tablas, pero ya saben ustedes que estos miuras aprenden rápido, y después de dos intentos fallidos, el toro podía hacer ya una tesis en quiebros. Escribano se la jugó de verdad y acabó pareando con los pitones en el pecho. Muy torero al no dejarse ganar la partida por sus peones. Al cuarto recuerdo que le creció el cuello medio metro a la salida del último par. Un espectáculo.

Los actuales miuras crecen despacio y yo los prefiero más de cinqueños que de cuatreños. Siguen siendo impresionantes, pero el domingo no se comieron a nadie. Fueron alegres al caballo, algunos galopando desde los medios donde los ponía el matador, lo cual es de agradecer. Embistieron unos mejor y otros peor, pero ninguno con las “aviesas intenciones” que dice el diccionario. La mayoría tuvo muy poco recorrido, quizás sin tantas carreras en banderillas hubiéramos podido ver otra cosa, el segundo no repitió dos embestidas iguales, y el cuarto tuvo su faena. Al quinto, que se dejó torear, le cortó una oreja que pudieron ser dos si la espada no cae baja, aunque hubo petición de la segunda de este público tan triunfalista que hemos visto este año en Sevilla, incluso en la de Miura. El último tenía hechuras de embestir y cuando esperábamos el broche de oro, se paró y dijo que no. Estos toros son así de cambiantes.

isanchezmejias

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Abono Sevilla 2021

Defrauda la presentación de Miura

Defrauda la presentación de Miura

Ya saben los que me hayan leído alguna vez, que si hay una ganadería que admiro es la de Miura, a cuyos ganaderos respeto profundamente hasta casi la reverencia. Pero después de ver corridones de toros como los de Castellón o Sanlúcar de Barrameda, esperábamos otra cosa hoy, y la presentación de la corrida de Miura nos ha defraudado. Soy de la opinión, y que me perdonen las corrientes cuatreñas, que Miura en Sevilla debería lidiar cinqueños, tal y como tienen conformadas las camadas actuales. Esos cuatreños que se han lidiado hoy carecían de remate, aunque pesaran lo que pesaran. Hemos echado de menos esos toros que asustaban de salida por su presencia de estampa antigua. Del juego, como dicen los ganaderos, cada uno sale como quiere, ahí no entramos.

Después, su desarrollo ha sido interesante. Morante estrenaba en Sevilla su cuarto terno, esta vez un precioso tabaco bordado en blanco que remataba con medias blancas. Con su primer miura estuvo muy torero, sobre todo en los comienzos y remates de sus series. Morante es ahora mismo la referencia del escalafón y no defraudó. Su segundo miura se devolvió por cojera y salió un sobrero de Virgen María con el que Morante estuvo otra vez en torero y muy por encima de él. Cuando el público empezó a pedirle la oreja Morante nos indicó que no la pidiéramos. Debió pensar, yo he venido hoy a cortarle las orejas a un miura y este no lo era. Un detalle que demuestra la dimensión de este Torero con mayúsculas, que se negó incluso a dar la vuelta al ruedo pedida insistentemente.

El segundo miura fue noble de premio de la Feria. Escribano, como siempre muy animoso, estuvo bien con él. Le pedimos una oreja y cuando nos dimos cuenta le habían dado las dos. De verdad, ni yo ni muchos de los que estaban a nuestro alrededor nos habíamos enterado de la concesión de la primera. El presidente debió de ser excesivamente rápido en sacar y esconder el primer pañuelo, pero seguro que es culpa nuestra. Su segundo fue ya un miura de los que se enteraba dónde estaba todo.

Pepe Moral no ha tenido su tarde. Su primero tenía embestidas francas, pero con la cara alta y la faena no tomó altura, y su segundo ya fue también de los listos de la camada que no se dejaba dar coba, pero vimos al torero algo apagado.

@isanchezmejias

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Abono Sevilla 2019

Victorinos exigentes para toreros preparados

Este medio día, en la caseta de feria del Casino Los 40, hemos celebrado la entrega del premio al toro más bravo de la feria anterior. El ganadero de “Orgullito”, D. Justo Hernández recogió de manos del alcalde de Sevilla, el precioso trofeo que otorga el Casino. Después de las palabras del Presidente, D. Ignacio Sánchez-Ibargüen, el secretario, D. Rafael Silva, leyó el acta del jurado, y después de la entrega, tanto el señor alcalde como el ganadero nos dirigieron unas palabras. Tras del acto, departimos hablando de toros y de toreros, hasta que llegó la hora de tirar para la plaza de toros.

La primera gran alegría de la tarde ha sido ver la plaza casi llena y sin el reclamo de las figuras. Es evidente que los toros tenían su tirón y que el sábado de “pescaíto” ayudaba, pero ver la plaza prácticamente llena es una gran noticia para todos. La corrida de Victorino Martín, en línea con la de los últimos años ha sido muy variada y entretenida. Las casi tres horas de festejo no han pesado en absoluto, porque en el ruedo ha habido emoción y verdad, y cuando se conjugan estos factores, y no se puede perder la vista del ruedo y el resultado siempre es muy satisfactorio para el espectador. Corrida, en general, brava y encastada y muy variada en edades, pesos, comportamiento y exigencia. En lo único que se ha parecido ha sido en la típica capa cárdena típica de esta casa y en su seriedad. Cuarto y quinto han sido ovacionados en el arrastre, y el primero de salida. Algunos toros han hecho una buena pelea en varas, otros han flojeado y a otros se les ha pegado demasiado. Como ven, variada en todo.

Ferrera ha estado muy bien toda la tarde. Después de su irregular temporada pasada, es una satisfacción verle otra vez con el sitio y el gusto que le llevó a torear en Domingo de Resurrección. Su primero vendía cara sus embestidas y Ferrera se las fue sacando con gusto y torería. Su segundo fue un gran toro, y Ferrera se rencontró con el toreo que lo llevó a ser diferente. Aunque esperábamos mejor toreo al natural, cortó una oreja.

Manuel Escribano no ha acabado de sentirse a gusto. Aunque lo ha intentado todo con su habitual disposición, porta gayola, pares al quiebro, etc., la cosa no terminó de rematarse. Su segundo fue un gran toro y el público tomó partido por él.

Emilio de Justo, que se presentaba en Sevilla después de más de 10 años de alternativa, ha estado muy firme y muy torero toda la tarde. Exponiendo y sacando series muy ligadas. Sus dos toros han tenido mucho que torear y lo que les ha sacado ha sido a base de exponer. Deja muy buena impresión.

En resumen, una buena corrida de toros, emocionante y exigente, con toreros dispuestos y con resultados muy dispares. Que la peor sea como esta.

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Abono Sevilla 2018

Pepe Moral gana el duelo a Miuras

Para la clásica corrida de Miura de final de Feria se había conformado un cartel muy interesante. Un mano a mano entre los sevillanos Manuel Escribano, al que una corrida de miura le cambió la vida hace años, y Pepe Moral, triunfador con los miuras el año pasado. El resultado una gran entrada, mucho mejor que el año pasado. Lo que demuestra que cuando se hacen las cosas bien el público responde.

Además ambos toreros, para promocionar el duelo, habían rodado un spot publicitario en el que simulaban un combate de boxeo entre ambos. En ese sentido, ganador Pepe Moral. La corrida de Miura no ha defraudado a los que gustan de estos toros, entre lo que me encuentro. De impresionante estampa, y algo más armada de lo que vemos últimamente en esta plaza, se han movido pendientes de todo, a veces en oleadas, otras con peligro, a veces incluso con fijeza, pero siempre con emoción. En estas corridas no te puedes perder un detalle, porque en cualquier momento pasa lo inesperado.

A Pepe Moral se le ha visto muy decidido desde el primer momento. Estuvo por encima de su primero, con muchas ganas de agradar, buena estocada y primera oreja. Su segundo fue el más claro del encierro y el torero le pudo sacar buenas series, sobre todo una por la izquierda, otra vez mata bien y segunda oreja. Y cuando esperábamos el broche de oro con el último, salió un miura acordándose de sus antepasados, y no hubo forma de darle un pase. Embestía como pegando puñetazos a las telas. Nuestro gozo en un pozo.

Manuel Escribano también lo ha intentado todo. Ha recibido a sus toros en arriesgadas porta gayolas, ha banderilleado bien, ganarles la cara a estos toros no es fácil, y nos ha vuelto a poner los pelos de punta con un imposible par al quiebro sentado en el estribo, con el toro haciendo hilo con las tablas. Pero después en las faenas no ha estado tan lúcido como otras veces como para entender las inciertas embestidas de sus miuras.

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Abono Sevilla 2018

Decepcionaron los Victorinos

Con la salida de sol, la vuelta del calorcito primaveral y la llegada de la Feria y de los victorinos, todos estábamos contentos y esperanzados. A mediodía acudimos a la caseta del Casino Los 40 al tradicional acto de entrega del premio al toro más bravo de la Feria anterior. En este caso otorgado a “Yegüero”, “Amapolo” en los carteles, de Miura, lidiado por Pepe Moral. El precioso premio, presentado por el presidente del casino D. Ignacio Sánchez Ibargüen, fue entregado a los ganaderos D. Eduardo y D. Antonio Miura, por el alcalde D. Juan Espadas, que cada año honra el acto con su presencia. Terminado este estuvimos de tertulia y vinos, como debe ser en una feria.

Pero nuestro gozo en un pozo, por la tarde la esperada corrida de Victorino defraudó. Y lo hizo porque dados los antecedentes en esta plaza esperábamos mucho más de la condición y el juego de los toros. En general fue sosa, sin recorrido, alguno peligroso pero sin poderte pelear con él, otros rajados y otros parados. Eso sí, muy bien presentados, con algún toro aplaudido de salida.

Foto. Glez. Arjona para aplausos.es

Así pocas cosas pudimos ver. Ferrera, que intentó de todo y no pudo sacar nada. Luque muy voluntarioso y bien colocado pudo sacar unos buenos derechazos en el último, antes de que el toro se rajara. Lo mejor lo vimos con la capa de Escribano, se fue a porta gayola en su segundo (también lo había hecho en el primero), el toro se le vino cruzado, cosa habitual en esta plaza con ese portón tan ancho, tuvo que echar cuerpo a tierra, pero se levantó, le volvió a dar dos largas pegado a chiqueros y le enjaretó unas magníficas verónicas que hicieron sonar la música. Después también nos puso en pie con el arriesgado par al quiebro pagado a tablas. El toro embestía muy despacio pero como sin ganas, con poco empuje, aun así hubo petición minoritaria después de una buena estocada.

No queremos dejar de mencionar dos magníficos pares de Raúl Caricol, arriesgados y ganando la cara con gallardía.

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Abono Sevilla 2017

Tener criterio

Muchos profesionales del toro quieren que las corridas sean ahora de muchas orejas. Dicen que en los tiempos actuales, con los ataques que sufre el mundo del Toro, lo mejor son muchas orejas y muchos indultos. Dicen, además, que para atraer gente a las plazas no hay nada mejor que los triunfos, para los que no han ido se arrepientan y vayan a la próxima. Esta corriente triunfalista choca con los aficionados con otros criterios, con los que pensamos que un indulto debe de ser una cosa extraordinaria de muy pocos al año, y no de unos pocos cada la semana, o de los que pensamos que no de deben dar orejas con bajonazos infames. Conozco a profesionales, a los que tengo en gran estima personal y a los que reconozco que saben de toros como para escucharlos hablar toda la tarde, que son triunfalistas convencidos, y que te quieren convencer. Pero creo que en el Toro, como en todo hay que tener mesura.

La corrida de Jandilla del miércoles ha tenido varios toros para cortarles las orejas, quizás faltos de fondo, pero para triunfar, y nos hemos pasado la tarde viendo poner banderillas. Con faenas por debajo de las condiciones del toro y rematadas con estocadas muy bajas se han pedido las orejas a Padilla y a “El Fandi”, que otros presidentes, en modo farolillos, hubieran dado sin dudar. Afortunadamente, nuestra presidenta Doña Anabel Moreno tiene criterio, y no consideró premiable sendas faenas tan mal rematadas. Aguantó gallardamente las tres broncas, una por cada oreja negada y la final, y se ganó el respeto de los aficionados que aún no nos hemos pasado al bando de los triunfalistas.

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Abono Sevilla 2017

Tres horas de emoción

En el ahora sábado de “pescaito” entregamos en la caseta de Los 40 el X premio de la Tertulia al toro más bravo de la feria anterior que, como no podía ser de otra manera, fue para “Cobradiezmos” de Victorino Martín. A pesar de lidiar por la tarde, el ganadero tuvo la amabilidad de venir a recogerlo, agradecerlo con unas sentidas y reivindicativas palabras y quedarse a almorzar y a charlar con nosotros hasta que fuimos tomando el camino de la plaza de toros. También nos acompañó el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, al que gusta entregar este premio y que resaltó las virtudes de la ganadería de Victorino.

Por la tarde asistimos a una corrida de las que crean afición, emocionante de principio a fin. Otras tardes de toros mortecinos que dan más pena que miedo, a las dos horas ya no sabes cómo sentarte ni de qué hablar con los vecinos, y estas deseando que aquello se acabe, El sábado, las tres horas que duró el festejo no pesaron en absoluto y nos las pasamos sin poder quitar la mirada del ruedo, y sólo se fueron algunos que prefirieron dos boquerones fríos en la Feria a un victorino en la plaza de toros vendiendo cara su vida.

Al saltar al ruedo el primer toro, cárdeno con 504 kilos y vareado, levantó los primeros aplausos. No parece que el público esté por el “toro de Sevilla” ni por los mastodontes que estamos viendo últimamente. La presentación y el juego de los victorinos fue variada, desde el primero, estrecho de sienes, al precioso sexto, otro cárdeno más claro y con mucha presencia en la plaza. De juego tuvimos de todo, desde alguno de noble embestida, como el primero de Ureña o el segundo de Escribano, a alimañas como el primero de Escribano. Bravos con más o menos genio, algunos hicieron buena pelea en varas, derivando incluso, y todos vendieron cara sus embestidas y muerte. Unos aplaudidos en el arrastre y otros pitados, pero ninguno dejó indiferente

Antonio Ferrera, al que echamos mucho de menos el año pasado, ha estado inmenso toda la tarde. Con su segundo toro hizo una faena espectacular. Toro bravo y encastado, no le regaló ni un pase y le fue sacando faena a base de valor, de exponerle y de jugársela. Su esfuerzo se vio premiado con una oreja de peso. Paco Ureña también estuvo bien con su primero, al que logró sacar varias tandas de naturales a base de estarse muy quieto y consentirle mucho. Hay que estar sobrado de valor para poder hacer eso y la faena llegó al público. En su segundo también expuso mucho, llevándose una voltereta. Escribano pasó de bailar con la más fea, la alimaña de su primero, a su segundo que regalaba embestidas al ralentí. Pero, a pesar de esto, o quizás por esto, no tenía una faena fácil. El público tomó más partido por el toro y la cosa no pasó a mayores porque tuvo que descabellar.

Ferrera tuvo un emotivo detalle al ofrecer a José Manuel Montoliú compartir con él tercio de banderillas para homenajear a su padre, del que mañana se cumple el XXV aniversario del día que dejó su vida en esta plaza. Menuda papeleta para el hijo, que se tuvo que ir a parear un Victorino que se arrancaba como una bala a galope tendido y en los mismos terrenos del 7 donde cayó su padre y, además, a favor de la querencia del toro, que lo alcanzó en el muslo, afortunadamente sin consecuencias.

En resumen, tres horas de reloj de emoción, donde hasta los japoneses que tuvimos delante acabaron pidiendo las orejas. Dar las gracias al ganadero y a los toreros por semejante espectáculo.

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Abono Sevilla 2016

Miura, un respeto

El mero hecho de anunciarse con Miura hace que cualquier aficionado se quite el sombrero ante tamaña responsabilidad. Si además la terna la componen un torero que nos puso los pelos de punta en año pasado en Las Ventas con estos toros, un matador que sale de un tratamiento oncológico y el que acaba de indultar un toro en Sevilla, la corrida tiene los ingredientes suficientes para que la plaza tuviera el magnífico aspecto que presentaba. Lleno aparente en el sol y tres cuartos en la sombra.

El respeto por el gesto de Javier Castaño se puso de manifiesto al romperse el paseíllo, ovación cerrada de la plaza puesta en pie y de sus propios compañeros. Óle por el torero. Su primero fue un torazo de 606 kilos, difícil y de comportamiento típico miura. Lo tumbó con un estoconazo al segundo intento, que bien podría ser la estocada de la Feria. Fue emocionante ver al miura vender cara su vida y caer sin puntilla a sus pies. Su segundo fue un cinqueño difícil en banderillas, en el que Javier Padilla hizo dos oportunos quites a su compañero que no pudo parear, y en el que el presidente nos escamoteó cambiando el tercio, un segundo par Fernando Sánchez que ya había puesto uno portentoso, y que iba a suplir a su compañero en apuros.

El toreo de Rafaelillo transmite una alegría que gusta mucho en Sevilla. Su primero le sirvió en la muleta, pero lo pinchó. A su segundo sí lo mato bien y le dieron una merecida oreja. Escribano realizo lo más torero de la tarde tras recibir a su primero a porta gayola. Le enjaretó varias verónicas templadas y profundas y dos medias de categoría. Después el toro careció de fuerzas. Su segundo tampoco le permitió el menor lucimiento.

Miura es un toro distinto a todos. No solo morfológicamente, sino en su comportamiento. Todo lo que se le pueda hacer tiene mucho mérito, porque hasta el que parece noble encierra un pronto de la agilidad de cuello y ligereza de movimientos que recuerda los toros antiguos que vemos en los videos de principios del siglo pasado. En general han ido bien al caballo, algunos galopando, y haciendo buena pelea en varas. Pero tres de ellos no han tenido la fortaleza suficiente.

Siendo esta nuestra última colaboración de las corridas de la Feria, queremos dejar constancia de nuestro agradecimiento a la dirección de ABC de Sevilla, por permitir que las opiniones de un grupo de aficionados lleguen a ustedes. También nuestro agradecimiento a los que diariamente nos han leído. Queden ustedes con Dios.

@isanchezmejias