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Lleno ayer por la mañana en la caseta de feria de la Tertulia Los 40, en el tradicional acto de entrega del trofeo al toro más bravo de la Feria anterior. Este año le fue adjudicado a “Campana” de la ganadería de Torrestrella, lidiado por El Fandi. El alcalde Sr. Zoilo, nos hizo el honor de acompañarnos, y como siempre, su presidente D. Ignacio Sánchez-Ibargüen y su junta directiva, nos atendieron como sólo se hace en estas casetas de feria. D. Álvaro Domecq tuvo unas sentidas palabras hacia su padre y el acto resultó muy agradable.
Lleno el de la plaza de toros, y van tres seguidos. Se ha demostrado que fue buena idea suprimir la mayor parte de los festejos de una preferia ausente de toreros con tirón y que se había convertido en una sucesión de corridas sin atractivo ni éxito.
Vacío en la suerte de varas. Llevamos tres corridas de toros en las que el tercio de varas se ha convertido en una pantomima evitable. Ni la corrida de Fuente Ymbro, ni la mayoría de los seis toros de Manzanares, ni ayer la de Núñez del Cuvillo, necesitaba ser picada, casi. En los cuatro primeros toros la suerte fue un simulacro, en el quinto ni existió, siendo este el toro que más duró. Sólo el sexto pareció necesitar ser picado.
Vacío de poder y casta en la corrida de ayer. Según vimos en los carteles informativos, hasta ocho toros fueron rechazados en los reconocimientos, y los que han salido estaban muy justitos de presentación y sólo se defendían por la cara. El sexto era el único digno de Sevilla por trapío. La mayoría nobles pero sin transmitir la emoción que da el poder del toro bravo. Se ha echado de menos el recorrido y la movilidad de la que hacían gala estos toros antes.
Vacío en la suerte de matar. No sé desde cuando no vemos matar como es debido.
Lleno de aroma el capote de Morante. Se le ha visto desayunar por la mañana en Casa Moreno, y la tostada con aceite y jamón de la calidad acostumbrada, ha debido de levantarle el ánimo porque hemos disfrutado de un Morante pleno de ganas de agradar. Vista cómo iba la corrida y la nobleza de su segundo en el capote, nos ha regalado verónicas, medias, chicuelinas y remates tan toreros, que, por sí solos, valen una tarde. Morante lleno de ganas y torería, no les digo más.