El aficionado de Alcalá de Guadaira, Rubén García Álvarez ha publicado un magnífico anuario sobre la temporada taurina de 2021 de Morante de la Puebla. El anuario, que consta de 74 páginas y que está perfectamente maquetado y encuadernado, incluye la ficha completa y foto de las corridas que ha toreado Morante, tanto en España como en Francia, Portugal y América, así como de los festivales en los que participó.
El autor del anuario en su entrega a Morante
Además de los agradecimientos del autor, incluye un prólogo de mi tocayo Ignacio Muruve y cuenta con una sección titulada La temporada de Morante a ojos de la prensa, donde se incluyen opiniones de José Manuel Peña (7TV), Jesús Bayort (ABC), Carlos Crivell (COPE), Isaac Escalera (COPE) y Álvaro Acevedo (Cuadernos de Tauromaquia). Finalizando con mi artículo de este blog “La temporada de Morante”, que les dejo enlazado. También incluye una sección fotográfica con el equipo y la cuadrilla de Morante.
Servidor con el anuario en mi Tertulia Los 40
Para todos los morantistas es una publicación que nos recordará la extraordinaria temporada de 2021 del maestro. Según información del autor se podrá conseguir en el perfil de la red de Instagram morantedelapuebla.info. que le dejo enlazada.
En este año 2021 tan especial por las circunstancias de la pandemia, donde tantas ferias importantes se han suspendido, como la de Sevilla, San Isidro, Pamplona o Bilbao, y donde los aforos de las demás han estado limitados, Morante se ha echado la temporada a la espalda, ha asumido la responsabilidad de primera figura, no ha rehuido ni plazas, ni compañeros, y además, ha querido abrir las ganaderías anunciándose con corridas de diversos hierros de esos que no han querido ver casi nunca las figuras. Pero es que además de todo esto ha triunfado en muchísimas tardes, dejando faenas y detalles que no podremos ya olvidar.
Todo esto lo reconoce el aficionado más exigente, pero yo, como soy de números, quería comprobar los datos de la temporada a ver si contradecían o corroboraban la percepción que tememos de la histórica temporada de Morante. Veamos.
Foto Empresa Pagés
Ha toreado 49 corridas de toros entre España (45), Francia (3) y Portugal (1). De ellas la mayoría han sido en plazas de 1ª y 2ª (35, un 71%) y 14 en plazas de 3ª. Podemos decir pues que no le ha vuelto a la cara a ninguna plaza, y sólo ha repetido en Sevilla (4), Vistalegre (2) y Valladolid (2). Además de estas plazas ha toreado en todas las plazas importantes donde se han dado toros, como Las Ventas, Córdoba, Santander, El Puerto de Santa María, Arles, Dax, Málaga, Valladolid o Salamanca, por nombrar algunas.
Con estas 49 corridas ha liderado de largo el escalafón. Pero tampoco ha rehuido a ningún compañero, todo lo contrario. Precisamente con los que más se ha anunciado son con esos toreros que dicen emergentes y que podían hacerle sombra: Juan Ortega (13 tardes) y Pablo Aguado (11). Pero le siguen las figuras consolidadas como José María Manzanares (9 tardes), El Juli (8) o Roca Rey (7). También ha repetido con otros compañeros como Antonio Ferrera (6 tardes, las únicas que no ha abierto cartel además de una que toreó con Enrique Ponce), Daniel Luque (5), Emilio de Justo (4), Ginés Marín (4) o Diego Urdiales (3). En total ha alternado con 26 matadores.
Foto desolysombra.es
Por lo que respecta a las ganaderías, ha matado corridas de 27 ganaderías, curiosamente más que compañeros de cartel. De ellas destacan las que quieren las figuras útilmente: Jun Pedro Domecq (9), Garcigrande (5), Núñez del Cuvillo (4), García Jiménez (3) o Zalduendo (3). Pero también le ha hecho un guiño a otros encastes y a ganaderías que no quieren lidiar las figuras. Así podemos destacar la encerrona con seis de Prieto de la Cal en El Puerto de Santa María, quizás el único lunar de su temporada, Miura en Sevilla a plaza llena, La Quinta en Arles, Ana Romero en Calatayud, Alcurrucén en Las Ventas y Castellón, Torrestrella en Huelva y Arenas de San Pedro, o Murube en Lucena. La nómina de ganaderías se completa con: Domingo Hernández, Luis Algarra, Santiago Domecq, Puerto de San Loreno, Moltalvo, Daniel Ruiz, José Vázquez, Antonio Bañuelos, El Torero, Castillejo de Huebra, Francisco Galache, Calejo Pires, Albareal y Virgen María. Como ven no sólo el sota, caballo y rey al que nos tienen acostumbrados las figuras, sino que ha agotado la baraja.
Captura de la TV, entusiasmados con las dos orejas de Morante en Sevilla
Pasemos a las conquistas, como decía D. Juan Tenorio, ahora que llega el 1 de noviembre. De siempre hemos visto a un Morante que triunfaba rotundamente muy pocas tardes, pero cuando lo hacía nos acordábamos durante años. Todavía sueño con ese rabo de Córdoba del 2013. Pues este año, la percepción que teníamos es que triunfaba en muchas tardes. Tenemos los datos. Ha cortado 55 orejas y un rabo en 48 corridas (la de Portugal no computa a estos efectos). Significa que la media sale a más de un trofeo por tarde. Pero es que ha cortado orejas en 31 festejos, una cosa impensable el año pasado. Además, es que ha tenido rachas de regularidad extraordinarias, por ejemplo, en los últimos 26 festejos, ha cortado orejas en 20 de ellos, y de los seis que no, tres corresponden a Sevilla, rematando la temporada cortando nueve orejas en sus últimas cuatro tardes, incluyendo La Ventas. Un éxito rotundo y total.
Pero además de poder contrastar nuestras percepciones con datos como así ha quedado demostrado, tenemos que decir que los detalles toreros de Morante están por encima de todos estos datos. Sólo los tres cambios de rodillas que dio en Sevilla, ya valían el coste de las entradas de toda la temporada. Las faenas llenas de detalles antiguos en el toreo con una rodilla en tierra, en los ayudados, en los quites, esas formas de llevar el toro el caballo. En fin, un torero único.
Y como colofón a todo esto el Ministerio de Cultura lo ha premiado con el Premio Nacional de Tauromaquia, entre otras cosas “por la singular personalidad creativa de un artista que recrea y renueva el toreo clásico para el público actual”. Además, el matador ha tenido el gesto torero de donar los 30.000 euros de la dotación a la Casa de la Misericordia de Pamplona que llevan dos años sin recibir la acostumbrada aportación derivada de la Feria de San Fermín. Un gesto de torero Grande.
Ya saben los que me hayan leído alguna vez, que si hay una ganadería que admiro es la de Miura, a cuyos ganaderos respeto profundamente hasta casi la reverencia. Pero después de ver corridones de toros como los de Castellón o Sanlúcar de Barrameda, esperábamos otra cosa hoy, y la presentación de la corrida de Miura nos ha defraudado. Soy de la opinión, y que me perdonen las corrientes cuatreñas, que Miura en Sevilla debería lidiar cinqueños, tal y como tienen conformadas las camadas actuales. Esos cuatreños que se han lidiado hoy carecían de remate, aunque pesaran lo que pesaran. Hemos echado de menos esos toros que asustaban de salida por su presencia de estampa antigua. Del juego, como dicen los ganaderos, cada uno sale como quiere, ahí no entramos.
Después, su desarrollo ha sido interesante. Morante estrenaba en Sevilla su cuarto terno, esta vez un precioso tabaco bordado en blanco que remataba con medias blancas. Con su primer miura estuvo muy torero, sobre todo en los comienzos y remates de sus series. Morante es ahora mismo la referencia del escalafón y no defraudó. Su segundo miura se devolvió por cojera y salió un sobrero de Virgen María con el que Morante estuvo otra vez en torero y muy por encima de él. Cuando el público empezó a pedirle la oreja Morante nos indicó que no la pidiéramos. Debió pensar, yo he venido hoy a cortarle las orejas a un miura y este no lo era. Un detalle que demuestra la dimensión de este Torero con mayúsculas, que se negó incluso a dar la vuelta al ruedo pedida insistentemente.
El segundo miura fue noble de premio de la Feria. Escribano, como siempre muy animoso, estuvo bien con él. Le pedimos una oreja y cuando nos dimos cuenta le habían dado las dos. De verdad, ni yo ni muchos de los que estaban a nuestro alrededor nos habíamos enterado de la concesión de la primera. El presidente debió de ser excesivamente rápido en sacar y esconder el primer pañuelo, pero seguro que es culpa nuestra. Su segundo fue ya un miura de los que se enteraba dónde estaba todo.
Pepe Moral no ha tenido su tarde. Su primero tenía embestidas francas, pero con la cara alta y la faena no tomó altura, y su segundo ya fue también de los listos de la camada que no se dejaba dar coba, pero vimos al torero algo apagado.
Foto Empresa Pagés. Morante con otro vestido de estreno muy original
Ya sé que brutal no es un adjetivo muy taurino, pero es que se me viene a la cabeza para describir cómo ha estado Morante de la Puebla en su segundo toro. Los tres cambios de rodillas para recibirlo, despacio, erguido (de rodillas) y sin un tirón, ya valían las entradas no de la tarde, sino de toda la temporada. Morante ha querido resucitar suertes antiguas que estaban muertas y que no creímos nunca volver a ver. El galleo del Bú, de Gallito, y ahora este cambio de rodillas con el capote recogido y dado por bajo, del gran Rafael El Gallo, ejecutado con la tranquilidad del que toma café en su casa, ya merecían sacarlo a hombros.
Desconozco al autor de la foto
Las verónicas que vinieron a continuación fueron inconmensurables. Con las zapatillas asentadas, moviendo los brazos y la cintura a compás, y con un empaque y sabor que sólo Morante es capaz de imprimir al toreo. La media fue un broche de oro de verdad de la buena. Sonó la música y la plaza ya era un gallinero. Pero es que después llevó al toro al caballo con un galleo cruzando los brazos que no habíamos visto nunca, ni en fotos antiguas. Ya estábamos muchos llorando de emoción.
El toro era algo tardo y con su chispa de peligro. Empezó con una serie de ayudados rodilla en tierra, de sabor añejo, que fue el aperitivo de la locura que vino después. Después Morante se jugó los muslos en cada pase sin trampa ni cartón. Faena larga de pase en pase, lo que admitía el toro y cada pase era mejor que el anterior y cada tanda mejor que la precedente, y la acabábamos todos en pie rompiéndonos las manos de aplaudir y frotándonos los ojos para quitarnos las lágrimas. En un pase quiso sacar la muleta por debajo del pitón para rematar a la antigua y el toro le echó mano, empitonándolo de forma que creíamos que lo había calado. Se levantó como si tal cosa y mató al toro de una estocada entre el delirio de los aficionados (menos del maestro de la banda que sigue sin enterarse de nada). Le pedimos las dos orejas y debimos pedirle el rabo. En ese momento debimos echarnos al ruedo y sacarlo a hombros.
La corrida empezó y acabó en ese toro.
PD. Si yo fuera la empresa abría las taquillas ahora mismo para la corrida de Miura con Morante llegar al 100% del aforo, ahora que se puede.
Casi dos años después de la última corrida de toros celebrada en La Maestranza de Sevilla hemos vuelto por fin a nuestra plaza de toros. Cartel de Domingo de Resurrección, y regreso peculiar por varias razones. Primero por la localidad. Perdida mi condición de abonado, la taquilla me ira llevando a su albedrío, de forma que esto ya no es “Desde el Tendido 2”, hoy es desde el 7 y mañana Dios dirá. Segundo por esto de la nueva normalidad con separación, mascarilla y gel. Lo bueno es que está uno más cómodo sin sentir las rodillas del de atrás en las espaldas. Y finalmente por las fechas. Que el Domingo de Resurrección caiga en el tercer sábado de septiembre es tan raro como que los Carnavales de Cádiz se vayan a celebrar en junio.
Pero vamos a los toros. Después de la temporada que está echando, la expectación por ver a Morante de la Puebla era máxima y ayudado por el tirón de Roca Rey y Pablo Aguado se puso el “No hay billetes” (dentro del aforo permitido que hay que apostillar ahora). La corrida de Victoriano del Río y Toros de Cortés ha sido muy desigual de presentación y comportamiento. Algunos imposibles como el primero, otros descastados o distraídos y otro con motor y trasmisión como el 6º, ofensiva por delante, eso sí.
Morante, que estrenaba un vestido negro y oro espectacular por original, estuvo en artista en su segundo. A los sones de “Suspiros de España” compuso una faena de detalles gallistas. En un enganchón paró la música lo que soliviantó al público y al torero. Con eso, que no es poco, nos tuvimos que conformar en esta primera comparecencia del genio de la Puebla. Esperaremos.
Roca Rey pisa el acelerador desde que sale del hotel. Su primero fue un buen toro, aplaudido en el arrastre, y le sacó hasta el último pase en una faena muy ajulianada, de mucho poder. Después de pinchar al primer intento le dieron una oreja. En su segundo se comió al toro, que tenía peligro por sus embestidas distraídas y sin humillar. Empezó de rodillas y siguió sin enmendarse ni una solo vez en toda la faena. Le pidieron la oreja, pero esta vez el presidente no cedió.
Pablo Aguado ha venido mermado por una lesión de rodilla decían. Ya durante la lidia del primer toro vimos preocupados como se metía en la enfermería casi antes de pisar el ruedo. Su primero no se empleó y la faena no tomó altura. Su segundo tenía casta y motor y hubiera necesitado al torero en plenitud de facultades. También lo esperamos y deseamos una total recuperación de la rodilla.
En estos tiempos de amargura, inseguridades y angustias que nos está tocando vivir, nos cuesta mucho concentrarnos en las cuestiones relacionadas con el ocio y el entretenimiento. Así, en las conversaciones entre aficionados se habla de todo menos de toros.
Primera cuestión: ¿Habrá toros en primavera en Sevilla?
La respuesta mayoritaria es que no. Basándose en los acuerdos de la Asociación Nacional de Empresarios Taurinos (ANOET), la empresa de Sevilla puso como condición poder llegar al 50% del aforo de la plaza de toros para poder dar espectáculos. Actualmente en Andalucía rige la norma de una distancia de metro y medio entre asistentes. En La Maestranza, para poder cumplir estas condiciones, sería acomodarnos en una fila sí y otra no, y dejar no menos de tres sitios de distancia entre asistentes. Estamos hablando del 12,50% del aforo, muy lejos del 50% que exige la empresa. Ésta ha puesto en marcha toda la maquinaria de la temporada, taquillas, abono, entradas, campaña de publicidad, etc., avisando a sus abonados que lo perderán si no lo renuevan, o sea que han tenido que empezar a pagar ya.
La evolución de la pandemia, las olas que no cesan y las vacunas que no llegan, no nos hacen ser optimistas para que el día 18 de abril, a menos de un mes, cambien tanto las cosas como para que podamos estar codo con codo en la plaza de toro. Y digo codo con codo porque el 50% en La Maestranza es tener a cuatro personas pegadas, aunque sea en diagonal. Con el Covid19 estamos tan acostumbrados a no recibir buenas noticias, que la percepción general es que no habrá toros en primavera en Sevilla.
D. Luis Manuel Halcón. Foto Linkedin
Segunda cuestión: ¿Qué pasa entre los maestrantes y la empresa?
Los maestrantes siempre habían tenido una política de comunicación discreta, casi nula podríamos decir. Poca gente fuera de Sevilla sabe la ingente obra social, cultural y de mecenazgo que hacen. Últimamente esto está cambiando. D. Luis Manuel Halcón, diputado de plaza de la junta de gobierno de la Real Maestranza, ha concedido una serie de entrevistas tanto en medios locales, en los que dejaba entrever cierto malestar con la empresa. Pero ha sido en la entrevista publicada en El País por el periodista Antonio Lorca, en la que claramente los maestrantes se han manifestado dolidos por un pleito interpuesto por la Empresa Pagés, por el que les piden seis millones de euros, por cuestiones de interpretación del IVA del canon del contrato de la plaza de toros. Afirma el Sr. Halcón que muy pocos maestrantes entienden que después de esto se pueda mantener una relación cordial con la empresa, llegando a abrir la puerta a otros modelos de gestión cuando acabe el actual contrato en 2025, por la “experiencia tan dura con una familia que nos ha demandado”. Según las cuentas anuales de la sociedad Sevilla Pagés, S.L., depositadas en el Registro Mercantil, el cash flow generado en los ejercicios 2018 y 2019, se aproxima a los dos millones de euros, por lo que el negocio no parece ir mal.
Es la primera vez que leo a los maestrantes expresarse en estos términos tan claros. Varias generaciones de aficionados sólo hemos conocido la gestión de la empresa Pagés en Sevilla, y cuando ya pensábamos que no veríamos otra, se abren otras expectativas. La pandemia está cambiando todo.
D. Ramón Valencia. Foto J.M. Serrano para ABC
Tercera cuestión, por fin: ¿Qué nos parece el abono?
Es un abono especial por las circunstancias del Covid-19. Reducido en comparación a los de los últimos años. De 15 corridas de toros, una de rejones y 7 novilladas del fallido abono de 2020, pasamos a 11, 1 y 2, respectivamente, 9 festejos menos. Además, no empieza en el tradicional Dominado de Resurrección. Se programan sólo 10 festejos en primavera y 4 en septiembre.
De los toros y toreros, más de lo mismo, pero más concentrado aún. De las 11 corridas de toros, todos del encaste mayoritario, menos Miura y Victorino, con el agravante de que, a pesar del reducido número de festejos, dos hierros, Juan Pedro Domecq y Garcigrande, hacen doblete. Supongo que la concentración de figuras y sus exigencias habrán llevado a la empresa a semejante decisión.
De los toreros también más de lo mismo, con poca variedad y menos sorpresas agradables. Sólo la inclusión de Juan Ortega tres tardes y el anuncio de Morante de la Puebla con Miura llaman agradablemente la atención. Eso sí, son todos los que están. Cuatro tardes tiene Morante, tres Roca Rey, Pablo Aguado, Manzanares y el ciato Juan Ortega y dos El Juli, Perera Urdiales, Luque y Ferrera. Con 16 nombres se copan los 33 puestos posibles. Es lo que hay.
Hemos tenido que esperar hasta el 12 de octubre para ver el primer festejo, y parece que será el único, en una plaza de primera. Vaya por delante nuestra felicitación a la empresa “Lances del futuro” por haber arriesgado donde nadie lo ha hecho. Y la felicitamos también por la magnífica organización. Desde la entrada, con toma de temperatura y gel obligatorio, todos los asientos separados según las distancias de seguridad, y gran cantidad de acomodadores, personal de seguridad y policía, que llamaban la atención de cualquiera que se quisiera sentar donde no debía, o se bajara la mascarilla. Además, por megafonía en cada toro nos recordaban las normas. Perfecto.
Morante de la Puebla, ha estado por encima de sus tres toros, muy valiente y decidido toda la tarde, y toreando como sólo él puede hacerlo. Su primero no quiso embestir desde el primer lance, se paró y escarbó con el capote, y en la muleta dejó 200 y 300 cabezazos. A pesar de estas condiciones Morante estuvo queriendo agradar, y muy por encima del toro. Su segundo fue incierto y peligroso, un cinqueño con unas embestidas muy irregulares. Morante estuvo muy valiente con él y le compuso una faena de mucho mérito.
Pero lo mejor vino en el quinto, el único toro potable de una descastada corrida de Jandilla. Una faena torerísima, llena de detalles artísticos. Faena ligada y exponiendo, con el público y el torero entregados. Las manoletinas de remate, homenaje a “Manolete” en su córdoba natal, resultaron antológicas. Toda la faena tuvo el empaque y la reunión de toreo grande. Lástima que nos pinchazos se llevaran las orejas, pero no se podrán llevar nuestros recuerdos.
Mención aparte merece el toreo de capa. Morante de la Puebla y Juan Ortega son, probablemente, los dos mejores matadores que interpretan el toreo a la verónica en la actualidad. Las hemos visto, y muy buenas. Quizás sueltas, sin rematar una serie completa, pero de esas que te levantan del asiento. También hemos visto chicuelinas, con esa gracia que las hace Morante, varios quites y alguna réplica.
Juan Ortega no ha tenido su tarde. Su primero era muy sosito en la muleta, con la cara alta. Faena sin rematar, eso sí, con varios naturales de categoría. La espada se le fue a los bajos. El 4º lo brindó al público y suponemos que algo le vería, pero se dobló con él al inicio de faena y ya se le puso imposible. Ni un pase. El último manseó ya de salida y se pasó toda la faena de muleta queriéndose rajar. El torero tampoco le encontró solución. Mala en conjunto la corrida de Jandilla.
Nos quedamos con los argumentos de Morante de la Puebla. Sus ganas, su disposición, su valor, su torería, y las condiciones únicas que atesora. En resumen, Morante ha toreado.
De todos es sabida la admiración que “Morante de la Puebla” siente por “Gallito”, del que ha desempolvado suertes que no creíamos que fuéramos a ver nunca, como El Galleo del Bú, que hizo en la mismísima Maestranza de Sevilla (sólo por esto ya le estamos eternamente agradecidos), o más recientemente el cambio de rodillas con el capote cogido por la esclavina, que recientemente hizo en América.
Morante, cuando tuvo ocasión, se hizo con parte del despacho de Joselito “El Gallo”, que cuida en su casa de La Puebla del Río. Hace algo más de tres años tuve la suerte de compartir con ustedes, cómo su amigo, el aficionado Juan López, le regalaba el biombo del despacho de Joselito, una de las pocas cosas que quedaban aún disponibles después de la muerte de mi tía Piruja Sánchez-Mejías. Les dejo enlazado el artículo que escribí para la ocasión.
Otro de los objetos propiedad original de “Gallito”, era un brasero de salón, del mismo lote que el biombo, y que se quedó el hijo de Juan López, mi amigo Aurelio, también gran admirador de la figura de Joselito “El Gallo”. Desgraciadamente, Juan falleció hace dos años, pero siempre le dijo al hijo que quien debía de tener el histórico brasero era Morante. El sábado, aprovechando las fiestas de San Sebastián y los actos taurinos que organiza el torero en su pueblo, Aurelio quiso darle la sorpresa y le regaló el precioso brasero que perteneció a Joselito “El Gallo”.
Tuve la suerte de estar presente y explicar cómo veía este brasero en Pino Montano, mientras Aurelio le contaba al maestro la génesis de este regalo y el recuerdo de su padre, que de admirador se convirtió en amigo de Morante, tanto que hay una foto juntos en su casa de La Puebla. El brasero, restaurado por Aurelio, ha quedado de maravilla, con sus adornos de cobre, que espero que Morante disfrute como merece.
Mención aparte merecen los actos taurinos organizados por Morante en La Puebla. Es de aplaudir la dedicación y el mimo con que todo está preparado y la magnífica organización y colaboración de todas las personas las entidades. El encierro y la novillada sin caballos, un completo éxito. Y la repercusión turística de todos los actos va a más cada año. Mis felicitaciones a todos los implicados.
El festival taurino a beneficio de la asistencia social de las hermandades del Baratillo y la Esperanza de Triana, ha sido un éxito de público, con lleno en la plaza de toros de La Maestranza. Organizar un festival en Sevilla en esta fecha no es nada fácil, por ello queremos felicitar a todos sus responsables, en la figura del Sr. Moeckel y a todos los aficionados taurinos por el apoyo prestado. Antes de romper el paseíllo, y por el Día de Hispanidad, se escuchó el Himno Nacional con el público puesto en pie.
Los toros de Cuvillo han mostrado distintas características y posibilidades, destacando el noble segundo y con más carbón tercero y cuarto. Morante sorteó (porque hubo sorteo) un primero basto y remiso. Apuntó detalles del empaque y la torería que atesora, pero no disparó. Estocada, ovación y saludos. El noble segundo se desplazaba con clase, pero Perera le hizo su faena encimista acortando los viajes. Estocada trasera y dos orejas. El toro fue ovacionado en el arrastre. Es tercero, para Cayetano salió encastado y respondón. Faena muy del torero, rematada con un espadazo que necesitó descabello. Ovación y saludos. Pablo Aguado fue obligado a salir a saludar al tercio antes de que su toro saliera de chiqueros, cosa rara. Pareció que el público le decía, “hemos venido a verte”. Dejó patente su personalidad, con unas verónicas de lujo y unos naturales suaves, pero la cosa no acabó de romper y la gente terminó algo decepcionada. Estocada baja, ovación y saludos. Se estrenó su pasodoble. Un poco raro me pareció, pero no me hagan caso, que no tengo oído musical.
El novillero Jaime González-Écija, lidió un novillo de López Gibaja. Estuvo muy voluntarioso, pero alargó en demasía el trasteo. Estocada corta, petición y vuelta
Abrió plaza el rejoneador Diego Ventura, pero si poco sé de toros, de rejoneo sé menos, ni siquiera para opinar.
A la última corrida de toros de la temporada sevillana acudimos con la misma ilusión que a la primera. Los aficionados somos “inasequibles al desaliento”, y de eso se aprovechan los taurinos. Pero nuestro gozo en un pozo, fracaso total. Los toros de Daniel Ruiz, algunos destartalados, sin cuello, sin casta ni raza y alguno manso, se cargaron el festejo. Sólo el lote de Ángel Jiménez, primero y último, tuvieron posibilidades. El medio, el vacío total.
Morante de la Pueblo, vestía un terno celeste y azabache, inspirado en los de Joselito El Gallo. Como casi toda la temporada, tuvo mala suerte en el sorteo. Esto de la eterna mala suerte de Morante es algo estadísticamente injustificable, de modo que habrá que buscarle otras razones, como que obliga mucho a los toros con el capote. Pero esta tarde nada, eran malos per se. Su primero se quedaba corto y era soso. Algún detalle torero en la faena, pinchazo y estocada corta. Su segundo imposible. “Importante” se llamaba, pero lo que tenía importante era su mansedumbre, descastado y sin fuerzas. Desesperante. Morante le hizo lo que se merecía, la faena del sanseacabó, dos pases y a matar.
El tercero pegaba cabezazos y tenía las fuerzas justas. Tan malo fue que no le sirvió ni a un torero tan poderoso como El Juli. El quinto desarrolló sentido, también sin fuerzas ni recorrido. Una prenda. Después de entrar a matar le echó mano al torero, prendiéndolo por el glúteo de fea manera. Menos mal que la cosa no pasó del susto y de una pequeña herida en la frente. Al terminar el festejo pasó a la enfermería. Esperemos que no sea nada.
Como decía, el lote se lo llevó Ángel Jiménez. El de su alternativa le enganchó mucho la muleta en la primera parte de la faena, que fue a más. Le tocaron la música en la séptima tanda. Pinchazo y estocada baja, leve petición y vuelta. El en último, ya con la gente deprimida, salió a por todas, y se fue a porta gayola. La faena fue algo forzada. Mató de estocada trasera y tendida y el toro tardó en caer cinco minutos, con aviso incluido. Le dieron una oreja que no nos hizo olvidar el fracaso de la tarde.
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