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Abono Sevilla 2025

Música maestro

Otros días, y otros años, la banda del maestro Tejera esperaba a evaluar cómo podría ser la faena para acompañarla de los pasodobles que suenan a gloria en Sevilla. Pero ayer parecía que estábamos en las novilladas de promoción en las que tocan en todos los toros haga falta o no. No digo que las faenas no lo merecieran, que a lo mejor sí, pero es que en algunas empezaron a tocar casi antes de empezar a torear. En la de Morante ante el cuarto que era un toro complicado, le tocaron sorpresivamente al primer muletazo el magnífico Suspiros de España.

Un apunte sobre el público que va ahora a La Maestranza. Me he pasado 50 años yendo al Tendido 2, hasta que dejé el abono como otros muchos asiduos, cada uno con sus razones. Ahora voy donde me lleva la taquilla, y el Domingo de Resurrección me llevo al 2. De las 40 ó 50 personas con las que entonces hablaba, junto con otras 40 ó 50 que conocía de vista, apenas pude reconocer ahora a cuatro. El público de Sevilla ya no es el abono, del que desconocemos el número porque no lo publican, es el público que va ese día a la plaza. Por tanto, ya no existe el público de Sevilla, no se empeñen en echarle la culpa de todo. Dos ejemplos cercanos. Ayer la taquilla me llevó al Tendido 3, un tendido señero de “donde los capotes”. Pues un espectador de atrás durante el paseíllo preguntaba que quién era Morante, y otro espectador cercano se pasó la tarde comiendo pipas, eso sí echando las cascaras educadamente en la bolsita adosada que traen los paquetes. Público, que no aficionados, poco o nada exigente, que van a ver triunfar al que sea para después poder contar que estuvieron en los toros.

Lo mejor de la tarde es seguir constatando que Morante de La Puebla está recuperado. Su primero de Garcigrande no tenía ni empuje ni fuerzas y Morante sólo pudo estar en torero. Con su segundo se la jugó sin trampa. Toro peligroso y muy bien armado que vendía cara cada una de sus embestidas y que se vencía por el izquierdo. Pues allí estuvo Morante jugándosela para sacar una faena con la profundidad de su toreo irrepetible, cuya torería le entra por los ojos hasta a los que están comiendo pipas. Se tiró a matar de verdad, pero en toro se le venció y pinchó, si no estaríamos hablando de triunfo grande. Por cierto, en su toreo antiguo volvió a dejarnos una pincelada al empezar la faena con un pase cambiado con la muleta completamente plegada, como vemos en algún video histórico. Cómo será de grande este torero y la buena feria que ha echado, que cuando salió al tercio a recibir la ovación del público en su último toro de la tarde y de la feria, todos los areneros, y digo todos, pararon su trabajo y se unieron al público en los aplausos. Bien por los areneros.

El primer toro de Luque no tenía ni fuerza, ni ritmo, ni empuje, pero el torero lo fue sobando y consistiendo hasta lograr una faena trabajada e inteligente que casi acaba con esas horribles luquesinas. Estocada y petición denegada por el presidente que escuchó la primera bronca. La faena a su incierto segundo no dijo mucho y acabó con los trastos en la arena, la montera del brindis, dos banderillas que se desprendieron y la ayuda que tiró el torero para volver a hacer las luquesinas esas que tanto levantan al público. Estocada trasera, y aunque la faena y la petición eran menores que un su primero, el presidente esta vez sí le dio la oreja. Igual pensó que dos medias orejas hacen una o que no quería ya más broncas.

Rufo se llevó el lote de la tarde, si el tercero tuvo recorrido, el sexto fue el mejor del encierro, bravo en el caballo y con alegría, recorrido y franqueza en la muleta, pero el torero se empeña en hacer la faena moderna de cercanías sin dejar respirar ni lucir al toro, cuando este sexto pedía distancia y recorrido. Petición denegada y bronca al presidente en el primero, y petición con concesión de la oreja cuando ya se llevaban a su segundo toro que impidió la merecida ovación en el arrastre. Otras dos medias orejas que hacen una.

@isanchezmejias

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Abono Sevilla 2024

Irregular y descastado encierro de Alcurrucén

Es una obviedad decir que el resultado de una corrida de toros depende de la condición de los toros que se lidien. El encierro de Alcurrucén fue descastado y de un comportamiento irregular, donde igual se tragaban con nobleza dos pases, otros dos descompuestos o no querían embestir. Así era imposible cualquier lucimiento.

Morante de la Puebla no ha tenido la fortuna de que le toque un toro con posibilidades en toda la Feria, y yo veo al torero dispuesto, con torería en todo lo que hace, pero sin posibilidades. Su primero tenía poca fuerza y el poco fuelle que le quedaba se lo quitaron en un segundo puyazo excesivo. Su segundo toro tuvo un poquito más de ganas dentro de su irregularidad. Pero los diez pases que tenia se los sacó Morante con su torería y de por sí, valieron la tarde.

Castella compuso a su primero una faena irregular, como el toro, a los sones del pasodoble “Juncal”, que a la postre fue lo mejor de la faena. Mató de una estocada baja y hasta le pidieron la oreja no concedida. En su segundo vimos la muestra de la pérdida de aficionados y la afluencia de público, y de turistas (llamemos turistas en este contexto a los que no saben nada de toros como los cuatro señores que teníamos delante en el 4, que era la primera corrida de todos que presenciaban en su vida). El toro salió suelto en el capote, como casi todos lo de Núñez, cuando se le exigía arrastraba algo los cuartos traseros, pero después galopaba alegremente alejándose de los piqueros porque no quería pelea con ellos. Pues el público y los turistas quería que lo “descambiaran” por manso y porque “no servía”. La degeneración de La Maestranza tiene estas consecuencias. Sin embargo en la muleta arranco a embestir con nobleza, siendo el mejor de la tarde. Menos mal que no lo descambiaron. Castella le compuso una faena inteligente, de exposición y tan larga que ni la música puso acortar.

Tomás Rufo no podido hacer casi nada. Si sus propios apoderados, que se supone que para Sevilla van a traerle lo mejor que tienen, lidian esto, su frustración tiene que ser que comprensible. Conste que la corrida ha estado muy bien presentada, con toros muy armónicos y serios, pero el juego ha sido otra cosa. A su primero le dio los pases que ni el toro ni el público quería y el sexto era un mulo que no quería embestir.

Y otro “No hay billetes”

@isanchezmejias

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Abono Sevilla 2022

Impresionante faena de Morante

El cuarto toro de la infumable corrida de Matilla, salió como descoordinado, dando camballás. Se acercó al burladero del 7 y en los terrenos del 5 ya lo esperaba Morante sin más preámbulos. Se le vino cruzado, casi se lo lleva por delante, no obedeció al capote y lo persiguió con malas intenciones hasta el burladero hacía donde huía el torero por pies, y hasta tuvo que tirar el capote a un lado para que no lo alcanzara. Después de unos momentos de zozobra, el matador tuvo que hacer de tripas corazón y salir a intentar pararlo otra vez. El toro seguía raro, y además empezó a cojear de la mano derecha. La plaza empezó a pedir su devolución, y cuando pegó un guiño de burriciego aquello ya era un clamor pidiendo el pañuelo verde. Entonces Morante pidió calma, incluso corrigió a su subalterno “El Lili” por darle el trapazo que se merecía el toro y le pidió suavidad. Pensamos, algo le habrá visto el torero, pero el qué. En el quite le dio unas chicuelinas con tanto desprecio como nunca habíamos visto.

Cuando cogió la muleta, pensábamos si aquello le iba a durar dos minutos o lo intentaría por la derecha. Pero se apoyó en las tablas como si el toro fuera bueno, y partir de ahí surgió la magia y la emoción de la que solo es capaz este torero. El toro acabó rompiendo en malo y hasta peligroso, pero Morante se la jugó sin cuento, con un valor seco y en una faena larga, poderosa y artistita lo metió en la canasta y fuerza de quietud y de no dudarle. A la enésima serie, ya con la música, que ese es otro enemigo con el que tiene que lidiar el torero, aquello era una locura. Cada serie mejor que la anterior, cada pase mejor que el anterior, cada “Óle” más fuerte que el anterior. Varias veces puso al público en pie. Si lo mata a la primera le hubiéramos pedido el rabo y medio toro si hiciera falta. Calculen como sería la cosa que después dos pinchazos el presidente le tuvo que dar la oreja. La vuelta al ruedo fue de época. Gracias Morante.

@isanchezmejias