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Abono Sevilla 2022

Gracias, Morante

Ese fue el grito que se escuchó de un señor del Tendido Uno al terminar la corrida, y resume el sentimiento de muchos aficionados, de casi todos. Es un privilegio poder ver torear a Morante. Un torero que ha resucitado suertes antiguas, que les anda a los toros como ninguno, que torea con el capote con un arte y una plasticidad inigualables y que es capaz de hacer una faena a un toro con motor y peligro como la que hemos visto, que no sólo nos ha puesto la carne de gallina y emocionado, sino que nos ha convencido de que el Toreo es el único arte, que en un segundo irrepetible, es capaz de levantarte extasiado aplaudiendo sin saber dónde estás.

Porque el sobrero de Garcigrande no era la tonta del bote a la que se están acostumbrando las figuras. Era un toro con poder, que embestía con todo. Un toro con peligro al que había que saber torear. Morante se ha jugado los muslos en cada pase, dónde ha llevado al toro humillado y toreado de una forma sublime, bella y total. Una faena redonda y emocionante que hemos aplaudidos perplejos e hipnotizados. No solo es la faena de la Feria sino de la temporada. Dos orejas tan rotundas o más como las de este torero en el pasado San Miguel. Lo dicho Gracias, Morante, mil gracias.

Hay que decir que la corrida de Torrestrella no ha respondido a las expectativas. En general, floja, y el que ha embestido, lo ha hecho con malas ideas. El primero de Morante no valía nada, y después de la ceremonia de devolución de trastos de la alternativa, se quedó con la espada de verdad, y aquello le duró un santiamén. Pensaría, si va a haber bronca, cuanto antes mejor, y la hubo. Siento tener que decir que Manuel Perera no estaba para tomar la alternativa, y menos en Sevilla. Ni ha sometido a los toros ni les ha dado la lidia que requerían. Mucha puerta gayola, laces de rodillas, pero poco toreo. Estuvo a merced del toro de la alternativa y en su segundo hubo más trallazos que pases. Eso sí, mucha voluntad.

La técnica de El Juli es tan portentosa que a su primer Torrestrella, un toro con mucho genio, fue capaz de dejarlo suave, obediente y hasta noble. Un prodigio. Su segundo fue tan parado que no fue capaz de hacerlo embestir.

Yo he tenido mucha suerte en la época que me ha tocado vivir. Vi a Camino, Puerta y el Cordobés, y me quedé perplejo con Ojeda. Después me hice de religión currista, de esos que se conformaban con verlo hacer el paseíllo y se partía la camisa si toreaba, y ahora soy morantista convencido y disfruto como un loco ¡Viva Morante!

@isanchezmejias