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Toros en Algeciras

Quien tiene un amigo tiene un tesoro, y si el amigo es aficionado a los toros no puede pedirse más. Aurelio López nos ha invitado a los toros en su ciudad, y parte de la peña hemos vuelto a acudir encantados, esta vez al reclamo de Morante, El Cid y Castella y al de su compañía. Previamente hemos estado en su Feria y, cumpliendo el viejo dicho español de «primero al invitado, por ruin que sea», nos han agasajado a modo.

La primera ventaja que tiene Algeciras es que su plaza de toros está pegada a la feria, evitando los inconvenientes de los desplazamientos, la segunda es que es un público amable, que le gusta ver toros, que va a pasarlo bien y solo protesta, en su caso, a la presidencia. Otra peculiariedad son las meriendas a la muerte del tercer toro. Nos prepararon una, fruto de los muchos años de experiencia, con «to sus avíos» su jamón, su queso, su caña de lomo, y otras viandas, además de su tinto con casera en termo fresquito, una delicia. Como se pueden figurar, los toros así casi pasan a un segundo plano.

La diferencia del Morante de este año con el anterior es que este año le sirven casi todos los toros para hacer, en mayor o menor medida, su toreo. Es, evidentemente, mérito del torero, de su cabeza, de su preparación, de su predisposición, de la seguridad que tiene este año, él lo sabrá mejor que nadie. Dos toros, dos faenas de las suyas, todo muy despacio, siempre en torero y una oreja porque mató mal a su segundo.

A El Cid lo he visto mejor que en Sevilla y Madrid, más dispuesto. Le cortó una oreja a su primero, con petición de segunda, con su toreo de temple y se fajó con el manso quinto al que sacó faena de mérito y pinchó.

Castella está en su línea de quietud. Después de olvidada esa antitaurina «melenita pasopalio» de la anterior temporada ha vuelto a su toreo encimista. Esta vez, además mato muy bien. Otra oreja y petición de segunda.

La corrida de Alcurrucen ha sido variada de comportamiento y entretenida, noble en general, con un buen sexto toro y el lunar del manso quinto que después embistió con trasmisión, pero buena corrida para Algeciras.

Lo dicho, un placer volver a ir a los toros a esa cuidad, y con esa compañía.

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