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Abono Sevilla 2017

Unos arrebatados naturales de Talavante

Alejandro Talavante ha hecho lo de más valor de la segunda tarde de San Miguel en Sevilla, unos arrebatados naturales a su primero. Citando cruzado y muy de frente, y rematando detrás de la cadera, recodaba mucho al inconfundible toreo al natural del maestro Emilio Muñoz. Templados y profundos, toda la faena se basó en la mano izquierda. Pero cuando las dos orejas estaban en la mente de todos, se puso a pinchar como si no hubiera un mañana. Su segundo tenía una embestida más irregular. Toro algo parado y tardón, como alguno de sus hermanos, y la faena se basó esta vez en la derecha. No quiso fallar con los aceros y se tiró a matar a ley, siendo dramáticamente prendido. Lo tuvo el toro en el aire, entre los pitones, unos momentos interminables, pero, afortunadamente, no tuvo las consecuencias temidas. Una oreja y petición de la segunda por el momento emotivo que, esta vez y con buen criterio, el presidente no concedió. El que mató en sustitución del herido Serna, manseó en los primeros tercios y decidió no embestir en el último.

Rafael Serna, tomó la alternativa, de blanco y oro, como manda la tradición. Le correspondió el mejor toro del encierro, el único aplaudido en el arrastre, pero la larga faena de muchos pases, no pasó a mayores. Al entrar a matar, dejó una estocada, pero fue prendido y corneado en la axila derecha. Cornada grave, con destrozos en tan delicada zona. Lo sentimos mucho y le deseamos una pronta y total recuperación. Roca Rey pechó con un lote deslucido, sin muchas ganas de embestir. Su conocido repertorio de quietud no pudo tomar altura.

La corrida de tres hierros: Hnos. García Jiménez, Olga Jiménez y Peña de Francia, que todos conocen por «lo de Matilla», estuvo bien presentada, primero bueno y segundo aprovechable. El resto, el que no fue deslucido, fue soso, manso, o no quiso embestir.

Comentábamos a la entrada los rumores de si habría corrida el día doce de octubre. Unos decían que si Ferrera, otros que si rejones. El clarinero no ha sacado de dudas en el último cambio de tercio, con un clarinazo floreado. Se acabó la temporada.

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