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La cubierta de Las Ventas

A estas alturas, ya deben de saber que la cubierta con la que se estaba cubriendo la plaza de toros de Las Ventas de Madrid, se ha venido abajo mientras se completaba el proceso de pruebas. La inauguración iba a ser este mismo jueves con un espectáculo no taurino, y para más adelante se iban a programar corridas de toros a plaza cubierta. A la vista del fracaso del proyecto, la Comunidad de Madrid y la empresa, lo han suspendido “sine die”.

El proyecto de cubrir Las Ventas tuvo desde el principio muchos detractores, basándose  la mayoría de ellos en la tradición de dicha plaza, y se negaban a verla modificada. El fracaso estrepitoso (literalmente) de la cubierta les ha alegrado, incluso he leído a alguno que artísticamente ha compuesto alusiones con los espíritus de toreros antiguos, brindis y caída de cubiertas a modo de monteras.

Yo defiendo la tradición, pero también la modernidad. Hemos mantenido alguna vez, que los toros son, posiblemente, el espectáculo donde menos se cuida al público en todos los sentidos. Programándose los festejos fundamentalmente en verano, se sigue sentando a los espectadores al sol y sobre la misma piedra que hace más de un siglo. Será muy tradicional, pero muy incómodo. Donde en otros espacios evolucionan a sillones individuales, calefacción y aire acondicionado, en plazas como la de Sevilla por poner un ejemplo cercano, los del tendido seguimos sentándonos a la intemperie y encogidos en el espacio de un niño de 12 años. O sea, igual que hace cien años, y esto tampoco es.

Hay que buscar un difícil equilibrio entre la tradición, la modernidad y la comodidad. No me imagino La Maestranza cubierta, pero he visto varias corridas en este tipo de plazas y, quitando la sorpresa inicial, el resultado es que se está mucho más cómodo, sin suspensiones y sin viento.

El accidente de la cubierta de Las Ventas ha sido una mala noticia para todos, aunque algunos lo hayan aplaudido fervorosamente. Lo que sí es inconcebible es que con los adelantos técnicos existentes eso se hay venido abajo, con nocturnidad y alevosía cuando estaba ya terminado. Otra chapuza más en el mundo del toro. Cómo lo siento.

@isanchezmejias

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8 respuestas a «La cubierta de Las Ventas»

Me gusta lo que usted escribe sobre la manida cubierta y le entiendo, pero no comparto su opinión, no porque esté en contra de toda modernidad, ni porque crea que este nuestro fascinante mundo del toro no necesita «alicientes» para volver a llevar al público a la plaza, sino porque de siempre (me refiero a siglos) el papa se ha elegido con humo, como se elige ahora, bien es cierto que con calefacción y aire acondicionado, no lo dudo, pero creo que precisamente el misterio, uno de ellos, que nos empuja a ir a una plaza de toros es el anacronismo: ese asiento de piedra que te quema o te hiela, según vaya la comunión entre toro y torero.
Viví la cubierta de Zaragoza, asistí en mis épocas de estudiante de derecho a la inauguración de aquel «engendro» (por cierto llovía a mares y había goteras) y cierto es que ya no hay viento ni lluvia, pero el coso de la Misericordia ya no es tan bonito por dentro.
Las Ventas son y deben ser vientos, porque hasta el aire se para cuando dentro, en el ruedo, ocurre algo especial y allí se reúne nuestro cónclave para elegir papa aunque pocas veces con fumata blanca. Y sí, comprendo que hay que hacer rentable todo este tinglado y lo respeto y lo asumo, pero si me dan a elegir, prefiero que llueva y que haga viento. Como dicen en Madrid en la grada del seis: «agua para los señoritos, venga hombre!, si no cae «na».
Un saludo disculpas por la parrafada

Amigo Remellao, espero que nadie tome el rábano por las hojas y nos fastidien.
Respeto su opinión Sr. Del Pino. Es la de muchos aficionados, pero alguna mejora sería bienvenida. A menos algo más de espacio, por ejemplo.

Don Ignacio:
Confieso que me he alegrado por el hundimiento, pero también soy partidario de la comodidad y la modernidad, no a cualquier precio, pero sí si el público es el que va a salir beneficiado. Pero en este caso la cubierta auguraba oscuros nubarrones para la plaza de Madrid. Parecía que no iba dirigida a los aficionados a los toros y sí a los seguidores del rock, baloncesto, restaurantes y espectáculos varios. Llevamos tiempo percibiendo el descontento de la empresa en todo lo referente a tener que organizar una temporada taurina completa. Confeccionan carteles infames para ver si encuentran la justificación de los exiguos aforos, que si el precio de las entradas, todo lo que sea para justificar que vayan desapareciendo festejos. Incluso este año hubo un intento de eliminar la plantilla actual de empleados, para sustituirlos por otros jóvenes de presencia más adecuada a los tiempos. Este es el motivo de mi liberación, ya que por el momento, y si Dios nos ampara, seguiremos teniendo toros hasta octubre de manera ininterrumpida.
Un cordial saludo

A mi me parece hay que preservar la esencias, y todo lo demás es susceptible de modernizarse, siempre y cuando sea de manera racional y en beneficio del interés general. Por ejemplo, nadie se imagina hoy en día que la enfermería de una plaza tenga que ser como hace un siglo. Tampoco se imagina nadie que tenga que cerrarse la Plaza Mayor de las ciudades para dar las corridas como hace 400 años.

Otro tema diferente es que cubrir la plaza perjudique la estética o suponga añadido a un monumento. Pero en este caso estaríamos hablando específicamente de la preservación del patrimonio nacional y no de tauromaquia.

En todo caso, algo (o mucho) hay de verdad en lo que dice Don Enrique . Mucho me temo que la cubierta de las ventas no tenía como objetivo principal la comodidad de los aficionados (a los toros) sino la posibilidad de que los partidos de baloncesto en unos hipotéticos juegos olímpicos Madrid 2020 se hagan en la plaza. No es que yo esté en contra de que en las plazas de toros se den otro tipo de espectáculos, pero eso es así.

D. Enrique y D. Óscar, efectivamente, la cubierta de Las Ventas no era presísamente un ejemplo de modernización en el mundo del toro. Además era fea y desentonaba estéticamente con el espacio. Pero creo que hay otras formas de cubrir una plaza de toros, como la de Zaragoza en la que, después de muchos años, todo en mundo parece estar contento.

Conozco la plaza de toros de Zaragoza (siempre que he ido estaba con la cubierta echada, y no la conocí antes de la cubierta. ¡¡¡Vaya pedazo de faena de Emilio Muñoz en la Feria del Pilar del 1993!!!) y si es verdad que ni el viento ni la lluvia molestan cuando la cubren, todo resulta muy oscuro y «artificial», por lo menos para mi gusto.
No me imagino los toros en nuestra plaza sin poder apreciar la Giralda y nuestro precioso celeste sevillano. ¡¡¡Qué buenas faenas hemos visto a nuestro Manzanares bajo aguaceros torrenciales!!!… No los cambio por «ná».
Sí es verdad que deberían darnos más espacio para que podamos entrar en el tendido sin necesidad de «calzador» (la estatura media del sevillanito actual está muy por encima de la que se estilaba en el S. XIX).

Yo me alegro muchisimo que se haya hundido la cubierta , me parece que los toros ademas del espectáculo que genera la lucha del animal contra el hombre , tambien en un deleite para los sentidos , es decir los colores y olores que se perciben en la plaza, ese sol y sombra , el albero bañado por los rayos de sol , los trajes de luces iluminados por el sol . Yo cada vez que voy a la plaza me gusta ver ese colorido e incluso recuerdo de pequeño los olores , ese olor a campo e incluso echo de menos el olor a puro (sin ser fumador) eso ya no se puede sentir . ahora queremos cargarnos tambien el colorido de las plazas? y encima en la mas trascendente de todas? . Recuerdo ir a Zaragoza y me falto algo en la plaza , no se siente lo mismo e incluso supongo que el torero no sentira lo mismo, esas miradas al cielo cuando un pase les sale mal o quieren dedicarle una faena al alguien especial mirando al cielo, ahora que van a mirar y van a ver una lona , creo que se pierde el romanticismo y si algo tiene en pie esta profesion es el romanticismo y misterio que acarrea asi como el sabor añejo que se desprende de ella . Es mi simple opinión .

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