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Abono Sevilla 2008

Cosas de la edad

Comentábamos hoy en el tendido ciertos pros y contras de la cincuentena, en la que hemos entrado ya muchos de los vecinos de abono. Hablábamos de los achaques, de la pérdida de memoria y de otros desagradables efectos. Pero también coincidíamos que entramos en cierto pasotismo, eso que ahora está tan de moda. La verdad es que en esta edad no es que nos atrevamos a hacer cosas que antes no hacíamos, sino que nos dan igual las consecuencias, y un claro ejemplo es este atrevimiento de escribir de toros en Sevilla. Un vecino decía que esta corrida era claramente para cincuentones: mala memoria para olvidarla cuanto antes y pasotismo para aguantarla hasta el final.

La tarde empezó mal, el primero de Valdefresno después de dos volteretas completas blandeó y se cayó, el público lo protestó hasta el punto de que el presidente se estuvo pensando si devolverlo, pero no lo hizo. El segundo ya no lo pudo aguantar, se cayó y como ya estaban calientes los ánimos empezaron los improperios al toro, desde inválido hasta «derrengao», de forma que tuvo que sacar el pañuelo verde. Por cierto, los cabestros, ahora que también están de actualidad política, muy bien.

Con el segundo y el tercero subió un poco el tono, pero con los dos últimos, que mansearon, la cosa se puso aburrida.
Oigo que con el sobrero del Conde de la Maza, con genio e interesante, Tejela tuvo el mal gesto de hacer aspavientos ante la mala actuación de los banderilleros, aunque se pueda entender que pasar seis veces para dejar tres palos es para enfadarse, hay que contenerse, maestro. También al morir su segundo miró un par de veces, de forma evidente, a las barreras del 6, quizás buscando a alguien que le dijo algo, no sé, pero quedó raro.
Capea en el tercero también nos hizo el paseo de ida y vuelta a brindar, incluso aprovechó la ida para calentar o estirar músculos. Esta vez el toro si tenía expectativas. En el cuarto Barrera intentó una larga cambiada en los terrenos del 2, pero el toro se le fue parando, se revolvió y el torero quedó a su merced en las tablas, un afortunado quite de un peón evitó males mayores. Quite oportuno y eficaz.
La corrida de Valdefresno no pasará a la historia. Hoy los Victorino, ojalá el ganadero haya acertado con la elección de los toros a traer a Sevilla y que los toreros tengan su día.
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