La empresa de Sevilla presentó hace unos días tres novilladas, fuera de abono, para los domingos de septiembre, previas a las corridas de San Miguel, y otra novillada con los triunfadores para el primer domingo de octubre. El año pasado la empresa tuvo el detalle de regalarnos a los abonados una novillada, pero este año, con la crisis, tendremos que pasar por taquilla.
Las novilladas no están levantando demasiada expectación y a este novedoso ciclo no le veo buenas perspectivas de público. En primer lugar porque los novilleros son casi desconocidos, solo hay uno de Sevilla, y además han toreado poco y también porque los bolsillos, después del verano y contando con que “la cosa está fatal”, están para pocas alegrías. Es cierto que alguno ha estado bien en alguna plaza, pero, muchos de ellos, son desconocidos para los aficionados de a pié.
Por otra parte, lo de programar las novilladas como un concurso que como premio tiene una repetición, creí que solo se hacía en las novilladas de promoción sin caballos de julio, pero para novilleros con caballos el mejor premio podría ser su inclusión en el abono del año siguiente, que ahí sí los vería más gente.
Lo más destacado de las novilladas, será ver los novillos de Cebada Gago, Conde de la Maza (hierros de los llamados duros) y Mari Carmen Camacho, que sí pueden llevar aficionados a la plaza, lo malo es que los novilleros, poco placeados, pueden desaprovechar alguno. Esperemos que suplan con ganas su aparente falta de rodaje.