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Abono Sevilla 2010

Novillos imposibles

El viernes se celebró la novillada con los triunfadores de la temporada sevillana. El cartel lo formaban Martín Núñez, el único novillero que cortó oreja en las novilladas de abono, Esaú Fernández, que afortunadamente cortó dos orejas el domingo anterior ya que en caso contrario sólo hubiéramos contado con un triunfador, y a falta de merecedores para ello, la empresa tuvo que tirar de un debutante en la Maestranza, Alberto López Simón. Si queremos una prueba de cómo está el escalafón de novilleros, ahí la tenemos, para los triunfadores de la temporada sevillana sólo se ha podido contar dos.

Los novillos, en esta caso Toros de la Plata, son el vivo ejemplo de una ganadería artificial. Hecha sin tradición y a golpe de talonario. Los novillos fueron mansos, descastados, broncos, imposibles, en fin, todo lo que ustedes quieran. Un tercer sobrero de esta ganadería fue el que puso a Enrique Ponce en el límite de que se lo echaran al corral ante la imposibilidad de entrarle a matar en condiciones. Supongo que las empresas habrán tomado nota.

Los novilleros poco pudieron hacer, lo intentaron se dejaron coger y pusieron toda la ilusión que tienen, pero era imposible. Al debutante Alberto López Simón, alguien le debe de haber dicho que se mire en Talavante, y se ha mirado tanto que parece su hermano pequeño. Lo vi muy afectado, envarado y de pose artificial.

Capitulo aparte merecen los banderilleros. Con la que les está cayendo últimamente en esta plaza, se volvieron a jugar la vida limpiamente ante unos novillos difíciles para todo. Muy bien Curro Robles, Isaac Mesa y César del Puerto, y también, ¿por qué no? los terceros Francisco Alarcón, “Perico” y Jesús Arruga.

Me llamó la atención que nuestro último presidente en incorporarse al palco, D. Julián Salguero hiciera que le tocaran un aviso a Esaú Fernández con el toro echado y cuando estaba siendo apuntillado. Esto no tiene sentido, el aviso es propiamente para “avisar” al matador, pero en este caso este ya ha hecho su labor y no puede hacer nada más, sólo animar al puntillero ¿Cómo se le va a meter prisa a alguien que ya no puede hacer nada más?. Es imposible echar al corral a un toro que está siendo apuntillado. Supongo que será reglamentario ¡Hasta ahí podríamos llegar, a que un presidente no se sepa el reglamento! Pero demuestra poca delicadeza. Un poco más de personalidad no estaría de más.

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Novilleros (y novilleras) que dicen algo

A diferencia de otros aficionados, no soy de los exigentes con los novilleros, no soy de los que van diciendo que la mayoría de los novillos se van con las orejas al desolladero. Sólo soy crítico cuando veo en ellos falta de afición, de actitud, de predisposición o de valor. Para los novilleros siempre estuvo la cosa difícil y ahora, con la crisis, mucho más. Por ello hay que animarlos.

Ayer en la Maestranza, los tres novilleros dijeron algo, cada uno lo suyo. Martín Núñez, muy poco placeado y ya con edad de ser matador de toros, gozó del mejor lote, y quiso componer un toreo clásico y de temple. Mató bien y cortó una merecida oreja que espero que le sirva para torear algo más, o, al menos, para repetir en San Miguel.

Manuel Larios sabe torear. Sólo tuvo un novillo, porque su segundo no tenía un pase, pero demostró unas maneras con el capote muy difíciles de ver en un novillero y un estilo propio con la muleta. Si termina de cuajar, puede que sea de los que tenga el duro para cambiarlo.

Conchi Ríos mostró responsabilidadad y muchas ganas. Tiene que aprender a manejar mejor el capote y a jugar los brazos, pero toreó muy asentada y bien colocada a sus dos novillos. Su segundo tenía su picante y ella no se arredró. Pero, sobre todo, mató superior, y mira que es difícil ver a novilleros que maten bien, pero Conchi les pegó a sus novillos dos estoconazos haciendo, además, bien la suerte. Merece crédito.

Tenemos que entender que los novilleros (y novilleras) están en fase de aprendizaje y no podemos exigirles como si fueran figuras. Que hablen con la gente que le dice la verdad, que lean las críticas, que asuman sus defectos, que intenten corregirlos y, a seguir.