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José Tomás. El Toreo deconstruido

Vaya por delante mi admiración y absoluto respeto por un torero al que han cosido a cornadas esta temporada y que ha salido cada tarde a jugarse la vida sin cuento y a no defraudar a cuantos han pagado por ver el espectáculo.

He visto a JT (como lo citan sus incondicionales) unas pocas veces esta pasada temporada. En Córdoba salí con la mosca detrás de la oreja, en su segunda comparecencia en Madrid se me quito “el mono” de verlo y en El Puerto, ya me desengañé.

A este torero le han tropezado los toros demasiado este año. En las dos últimas corridas que le he visto lo han cogido 4 toros y le han dado 5 cornadas. Eso no puede ser, y aunque ha mejorado algo en este sentido al final de la temporada, algo falla. En una de las corridas comentaba mi acompañante, científica ella, que este torero no es que hubiera perdido el instinto de supervivencia, es que parecía haber perdido el instinto animal de la huida. Ese que nos hace levantar el pie cuando paseando descalzo por la playa pisamos una piedra, o retirar la pierna cuando nos quemamos con el dichoso escape de la moto o quitar el dedo inmediatamente que nos pinchamos con un alfiler. No, JT no se retira, no se enmienda, no se quita. Una cosa es que admiremos al torero que aguanta un parón del toro o una mirada, siempre con la esperanza de que el toro finalmente obedezca el engaño.  Pero ya es diferente que cuando la cogida es inevitable, cuando el toro va claramente por ti, cuando ya no hay, no probabilidad, sino ninguna posibilidad de que el toro no te lleve por delante, no te enmiendes un poco, no rectifiques, no te quites e, inevitablemente, te dejes coger.

Que José Tomás sabe torear es indudable, todos le hemos visto faenas cumbres, pero lo que ha hecho en muchas tardes esta temporada es otra cosa. Me ha impresionado sí, como a casi todos, pero no me ha emocionado. Ha sido un espectáculo para los que se creen élite, para los que van a verlo y a que los vean, a esos que no son aficionados y solo van a los toros a ver a su JT para poder contarlo. En Las Ventas, sin ir más lejos, en vez del público exigente e insatisfecho de siempre, me encontré una plaza hipnotizada que aplaudía, como único e irrepetible, todo lo que hacía el torero.

Los gestos de José Tomás no los vamos a discutir. Es impresionante que un hombre con una cornada grave en la axila derecha desde su primer toro en El Puerto, sea capaz de matar los tres toros de su lote sin un mal gesto que nos hiciera sospechar de la herida, y que nos tengamos que enterar de ella leyendo la reseña del día siguiente; la cornada del glúteo sí la sabíamos porque la sangre le llegaba a la zapatilla. Y aun así esperó en el callejón a que Morante “tomase aire” en la enfermería durante 15 minutos antes de matar su último toro, cuando él ya había acabado con su lote y podría haber ido a curarse. Es incuestionable que llena las plazas y que ha sido un fenómeno social y local allá por donde ha ido.

JT es lo moderno, eso que no se televisa para las masas, lo de moda, lo elitista, lo caro. Como esa cocina que “desconstruye” tortillas, que hace aceitunas de aire y pompas de habano, esas cosas que nos impresionan pero que no nos llenan. Lo dicho JT ha sido en muchas tardes de esta temporada el toreo deconstruido.

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11 respuestas a «José Tomás. El Toreo deconstruido»

He oído decir de su antepasado, Ignacio Sánchez Mejías, que era un hombre temerario.
Incluso ha habido algún periodista, antitaurino, que este verano se ha mofado de José Tomás escribiendo que se había creído Sánchez Mejías y que Joaquín Sabina era su García Lorca particular.
Veo que a usted no le gusta el toreo sin miedo del maestro madrileño. Sin querer entrar en polémicas porque no he visto al diestro en directo, me podría explicar ¿dónde está la diferencia entre la temeridad de Mejías y esa falta de instinto de supervivencia de José Tomás?

aunque siendo aficionado , pero no entendido, tengo que decir que coincido plenamente con mi buen amigo Ignacio, en lo referente a JT y en sus agradables cronicas que ha realizado durante la pasada feria, Creo ademas que JT debe usar a su mozo de espada cada vez que se mancha de sangre, no veo la necesidad de esas fotos en la prensa casi todas las tardes que torea.

Vuelves a la prensa escrita con un articulo magnifico, lleno de actualidad y con el que estoy plenamente de acuerdo. el toreo de JT en ocasiones se asemeja a un espectaculo circense de valentia y arrojo.

En primer lugar , felicitarte por ofrecernos esta ventana y poder compartir opiniones contigo . De los Toros , un mundo apasionante . Y de JT que se fije bien en Perera a ver si así …. Gracias de nuevo

Bienvenidos a todos los que pasan por aquí y mi agradecimiento, además, a los que comentan.
Tremendo tu Perera en Madrid, Rafa.
A la que pasaba decirle que es una maldad lo que comenta de José Tomás y Sabina. Yo a Sabina lo sigo desde que actuaba en «Si yo fuera presidente» y no voy a decir nada malo de él porque me gustan sus canciones y lo escucho frecuentemente. Respecto a tu pregunta, es difícil de contestación porque yo no vi a Sánchez Mejías torear. Tenía que ser, necesariamente, de la escuela de su maestro y cuñado Joselito, pero, por lo que he leído su toreo era algo tremendista y de poderle a los toros de entonces. Lo que yo comento es que JT se ha dejado literalmente coger en algunas tardes y eso es diferente al toreo tremendista o atrevido.

Antes de nada ,agradecer a ABC esta nueva iniciativa, que nos permite hablar de nuestra pasión en estos meses de invierno a la espera de la nueva temporada.
Qué bueno poder seguir aprendiendo de toros interactivamente con grandes aficionados que dicen las cosas como son, y no porque se tenga apellido, sino de las miles de corridas vistas sabiendo escuchar , empapándose de todo durante años, para luego dejarlo en herencia a estos aficionados que estamos deseosos de aprender de la Fiesta , y dejar de lado toda esa farsa de sociedad que va a los toros a dejarse ver. En vez de aprender de cada lance, de cada componente de la lidia que va dejando pistas ,para el que quiera ilustrarse sobre lo que es la Fiesta de los toros y lo que significa.
Coincido plenamente con tu visión en lo que a JT se refiere, pero lo vi en Linares a final de temporada y fue un torero distinto al de comienzos, en Córdoba. Aquí sí se enmendó, pero sin renunciar a su toreo pues estuvo bastante bien con dos toros muy distintos y que tenían bastante que torear. Tragó primero para templar después y cuando vio que los toros se le venían corrigió sin aspavientos la posición y se cruzó muchísimo con los dos toros.
Un JT diferente que me dejó un gran sabor de boca de cara a la temporada que viene.
Decir que me recuerda, salvando las distancias de las profesiones, a D. Rafael Gordillo Vázquez ,el cual ,según me decían de pequeño, “Llega donde los demás no se atreven”
Un saludo para todos los grandes aficionados aquí reunidos

yo, si he tenido la suerte de ver a jose tomas en directo, hace ta años, en la maestranza, ¿volvera?, si por favor que lo traiga el empresario para la temporada 2009, que gran torero, ¿que no le tiene miedo a la muerte?, no lo se, lo que si se es que se pone en los terrenos que ahora mismo no se pone ninguno, que torea para dentro, sin mentiras como otros muchos que gozan de estar muy altos en el escalafón, ¡ah!, y que lleva el arte y la estatica en la sangre, la que derrama en muchas ocasiones por torear de verdad y no engañar al publico, saludos.

Creo que nos dejamos atrás un asunto al analizar a éste torero, que aún a pesar de la euforia de los «fans» y la industria de la promoción y propaganda tiene su importancia a saber:El tipo de toros y ganaderías que torea José Tomás.
Este debía de ser el punto clave para juzgar las actuaciones y campañas de un torero.
Tengo juntas dos fotografías publicadas por ABC ésta Temporada y en un pase con la derecha con una toma identica, están José Tomás por un lado y Diego Urdiales por otro y a la vista de los animales que torean cada uno, se pueden sacar algunas conclusiones, sobre todo, por los que mucho más que un torero nos gusta el toreo.
Saludos cordiales

De la misma forma que a principios del siglo XX llenaron de emoción el toreo Joselito el Gallo y Juan Belmonte , en la actualidad esos monstruos de la fiesta se llaman Enrique Ponce y José Tomás . Yo me considero un buen aficionado , de los de toda la vida y os digo que José Tomás es lo más grande que he visto en los ruedos despues de Antonio Ordoñez.

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