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Más sangre de plata

A raíz de la gravísima cornada de Luis Mariscal en la corrida de la Virgen de los Reyes en La Maestranza, escribimos un comentario sobre lo mucho y grave que estaban hiriendo a los banderilleros últimamente. 

Ahora, con el cornalón a Jesús Márquez en la novillada del domingo, no podemos más que ratificarnos en lo dicho. Esta cornada fue mucho menos espectacular, fue un derrote seco y certero, pero las consecuencias fueron desastrosas. Ver a ese torero correr hacía la enfermería echándose mano a la ingle por donde salía la sangre a borbotones, era espeluznante. Cuando cayó en manos de los compañeros se vio en la expresión de su cara, que se le iba la vida por la herida y el propio semblante de estos demostraba la gravedad de la situación.

Los detractores de esa suerte, a los que les parece inútil, dicen además que es ventajista. Que un animal con dos patas (dos piernas en este caso) siempre podrá girar más rápido que uno don cuatro. Pero a partir de ahí hay que arriesgar y crear arte. Ahí viene el peligro. 

Ya decíamos que lo banderilleros estaban tomando mucho riesgo últimamente, que cuadran muy lejos de los tableros y que quieren hacer bien la suerte, gustándose, a pesar de que a muchos matadores esto no les gusta. Estamos viendo saludar a los banderilleros más que nunca, y hay un ramillete de hombre de plata jóvenes que están liderando esta tendencia. 

Es un riesgo que conscientemente están tomando y están pagando las consecuencias con su sangre. Pero esto es así. Tenemos que agradecerles que quieran hacer la suerte con pureza, apoyarlos y aplaudirlos. 

En referencia a la cornada a Jesús Márquez, gracias a los adelantos de la técnica y a la habilidad de los cirujanos, podemos desearle hoy un pronto y completo restablecimiento y animarle a seguir haciendo arte.

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4 respuestas a «Más sangre de plata»

Dar la enhorabuena, en primer lugar, al equipo médico de la plaza que con unos medios extraordinarios y desgraciadamente inusuales en otras plazas ha vuelto a salvar la vida de un torero.

La tragedia es una muestra de la grandeza única de nuestra fiesta que los detractores nunca comprenderán. Un chaval de murcia viene con un novillero portugues a torear a la maestranza y se juega la vida ante un novillo que lo coge certeramente. Lo hace por dinero – no creo que mucho – y por afición esa que le lleva ajugarse la vida por plazas miserables de pueblo y quizas con suerte en plazas de primera como Sevilla. Me contaban que mientras lo operaban no había nadie de su familia y delante de la enfermería solo estaba el empresario, la presidente y lógicamente sus compañeros que en ese momento era n más que nuca su familia. Grandeza y miseria de una fiesta única en el mundo donde la vida y la muerte, el exito o el fracaso, muchas veces terminan en la soledad de un quirófano afortunadamente de la laza de Sevilla.

Hechos como este y otros de una temporada especialmente sangrienta engrandecen, aunque parezca una paradoja, nuestra fiesta.

Animo Jesus que te recuperes pronto y, de nuevo, te veamos hacer el paseillo en la plaza de Sevilla.

Y es logico porque los subalternos cada vez son mejores profesionales, y da gloria verlos lidiar a la gran mayoria. Y banderillean con mas pureza y peligro que los llamados matadores-banderilleros, un rollo de carreras y violines.
Esta sucediendo con los subalternos, como empezo a suceder sobre los finales de los sesenta con los tocaores de guitarras, que ademas de acompañar empezaron a gustarse y lucirse.
De manera que nada tendria que el el toquede Melchor de Marchena con el de que por aquellos años hacia el llorado Manolo Dominguez. Y es logico porque cuando faltan figuras los del segundo nivel sacan mas pecho. Y hacen bien.

Un debate que debemos abrir es la presentación de las novilladas que se están dando este año. No se si es de recibo echarles a los chavales estos que están muy verdes por lo general la corrida de toros astifina que echó Gabriel Rojas o la de Moreno Silva este año en Madrid. Cositas bien presentadas como la de Espartaco me parecen más razonables.

Este verano en una sin caballos en el Puerto salieron dos novillos de 420 kilos con más cuernos que un etarra para un chaval que lo único que había toreado era el carretón de la escuela del Puerto.

En fin, creo que es demasiado y realmente no ayuda al espectáculo, al menos al que a mi me gusta.

Estoy de acuerdo desde el 4. Apenas hay novilladas sin caballos y becerradas para que comiencen los chavales, y menos mal que canal sur ahí está fenomenal. Han de ponerse con caballos para que no les salga por una fortuna, y aún así les cuesta.
En cuanto a los subalternos, estoy plenamente de acuerdo con lo dicho, antes se veían gordísimos y sin facultades y se ha terminado con eso, pues su forma fisica es envidiable y esto es lo que les permite aguantar esas terrribles cornadas. Mi Olé más rotundo para los héroes de plata

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